Abajo el ajuste de Milei y sus aliados: sin protocolo antipiquete, hubo marcha en Córdoba
Organizaciones sociales, gremiales y políticas y ciudadanos particulares recorrieron el centro de Córdoba para poner en relieve algo que se vuelve trágicamente obvio: la casta somos todos. Gran despliegue de Infantería y Policía de Córdoba, que no operó bajo el protocolo de Bullrich. La letra chica de los anuncios de Milei y el impacto sobre las clases medias.
Devaluación, licuación de salarios, transferencias de ingresos desde la base a la cúspide, disparada de tres dígitos en todas las góndolas, la polémica matemática sobre si la moneda nacional se devaluó un 50 por ciento o si técnicamente fue el dólar el que se sobrevaluó un 100 por ciento. En diez días de gestión los argentinos envejecimos de golpe.
Como conmemoración del estallido social e institucional de 2001, organizaciones políticas, gremiales y sociales, a las que se sumaron ciudadanos de a pie, recorrieron el centro de la ciudad de Córdoba bajo la consigna Abajo la motosierra de Milei y sus aliados. Según la Policía de Córdoba se movilizaron tres mil personas. Probablemente el número final haya estado más cerca de cinco mil.
Pasaron apenas diez días desde que Javier Milei asumiera el Ejecutivo: “No hay alternativa al ajuste y al shock”, dijo el 10 de diciembre el presidente. Es obvio que el shock sacude a los no privilegiados. Se espera para diciembre una variación histórica en el IPC que mide INDEC. Los porcentajes de pobreza e indigencia podrían registrar rangos similares a la posconvertivilidad.
Unidad Piquetera (UP), Polo Obrero (PO) y otras organizaciones territoriales marcharon en Córdoba y otros puntos del país; con mayor contundencia en la ciudad de Buenos Aires, donde el “protocolo Bullrich” se materializó con empujones entre efectivos de la Ciudad y manifestantes, un verdadero combate de cuerpos. “La casta está en el gobierno y el ajuste lo paga el pueblo”, dijo Eduardo Belliboni, referente del PO, en una jornada que lo tuvo como protagonista de un tenso cruce.
En la previa de la marcha, que tuvo como punto de arranque avenida Colón con avenida Figueroa Alcorta (Cañada), se estimaba una asistencia de alrededor 20 mil personas. Ese número quedó lejos, pero unas decenas de organizaciones convocaron y mostraron articulación en la primera disputa por el espacio público desde que asumió Milei.
Estuvieron presentes CTA, ATE Córdoba, UTS, UEPC, Polo Obrero, Agrupación William Cooke, 17 de agosto, Montoneros Córdoba, Casa de la Memoria, Gráficos, La Piojera, Izquierda Socialista, Nuevo Más, MST, entre otras.
Emanuel Berardo, dirigente en Córdoba del Polo Obrero dijo a Cba24n que muchas agrupaciones sindicales no confirmaron públicamente su participación “para evitar persecuciones”.
Sobre el protocolo antipiquetes que promueve la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, que pone en cuestión derechos constitucionales básicos, Berardo dijo que “plantea es un estado de sitio de hecho. En el país hay derecho a movilizarse y a reclamar, avalado por la Constitución Nacional”.
En la eficacia del “protocolo” se juega la primera disputa del espacio público-político entre el Gobierno que agita la bandera de la represión y organizaciones que sufren el impacto del congelamiento del plan Potenciar mientras la tendencia de inflación va en el orden del 30 por ciento en diciembre.
El Gobierno provincial desplegó un amplio operativo que involucró efectivos de Infantería y de la Policía de Córdoba, que no siguieron las instrucciones de Bullrich. La marcha se desarrolló con mucha tranquilidad, desde Colón y Cañada hasta la zona de Patio Olmos, donde se leyó un documento. “Unidad de los trabajadores/ y al que no le gusta/ se jode, se jode”, fue el primer cántico cuando la vanguardia comenzó a caminar hacia avenida General Paz.
Un nuevo aniversario de las horas de violencia y Estado fallido de 2001 exhibe coincidencias y continuidades con la coyuntura, más allá de la recurrencia de apellidos como Bullrich o Sturzenegger al mando de las decisiones tristes desde el Gobierno nacional para los trabajadores y las clases medias. Se analizará el detalle de las medidas que Milei presenta a las 21 horas, sobre todo para estudiar el impacto económico sobre las clases medias.
En el impacto sobre esas clases medias, con condiciones materiales cada vez más precarias, quizá se cifre el escenario de plazo corto para el Gobierno, dispuesto -van 10 días- a quemar todo capital político con tal de realizar las reformas estructurales que cree urgente.