Algo huele mal en el bloque libertario. Probablemente tenga que ver con el próximo armado de listas que comanda “La  Jefa”, Karina Milei y que tensa las internas en todos los espacios que ocupa La Libertad Avanza (LLA).

Esquirlas de la visita 

Por un lado, la diputada Lourdes Arrieta ratificó la denuncia contra sus colegas de LLA y las autoridades del Servicio Penitenciario Federal (SPF) por la visita a un grupo de genocidas que están presos en la cárcel de Ezeiza. El juez federal Ernesto Kreplak la tuvo como querellante y dispuso que se la custodie a ella y a su familia después de que la legisladora libertaria denunciara que se siente amenazada y desprotegida.

Arrieta estuvo el 11 de julio pasado en la Unidad 31 de Ezeiza junto a otros cinco diputados, Beltrán Benedit, Guillermo Montenegro, Alida Ferreyra, María Fernanda Araujo y Rocío Bonacci. Arrieta posó en el centro de la foto de familia que los legisladores –con excepción de Bonacci– se tomaron con los represores de la dictadura,

Desde que trascendió la visita, Arrieta –que se hizo conocida por ir a una sesión con un patito en la cabeza– buscó mitigar el impacto. Públicamente salió a decir que, como nació en 1993, no sabía quién era Alfredo Astiz. Después apareció con un ejemplar del Nunca Más en el Congreso. Y posteriormente presentó una denuncia contra todos aquellos que estuvieron involucrados en la excursión a Ezeiza.

Arrieta denunció una larga lista de delitos: coacción agravada, abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionario público, conspiración y malversación de caudales públicos. Los apuntados pueden dividirse en tres grupos: integrantes del Servicio Penitenciario Federal (SPF), integrantes del Congreso y miembros del grupo que se reunía en la casona de Montevideo 871.

Del Congreso, Arrieta denunció a Sharif Menem –mano derecha de Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados– y a tres de los visitantes a Ezeiza, Benedit, Ferreyra y Montenegro. No incluyó a Bonacci, que fue la primera en despegarse de la visita, ni a Araujo.

Del grupo que se reunía en Montevideo 871, denunció a los abogados Ricardo Saint Jean y María Laura Olea, al excamarista de Casación Eduardo Riggi y al cura Javier Olivera Ravasi. El sacerdote es un influencer de ultraderecha que es hijo del genocida Jorge Olivera, que está en arresto domiciliario. Saint Jean es hijo de Ibérico Saint Jean, el gobernador de facto de la provincia de Buenos Aires durante la dictadura. Olea, por su parte, era secretaria de Riggi en la Cámara Federal de Casación Penal pero debió renunciar cuando se supo que alternaba sus tareas en el tribunal con la defensa de su padre, Enrique Braulio Olea, un jerarca del V Cuerpo de Ejército durante la dictadura.

Arrieta también denunció al jefe del SPF, Fernando Martínez, por la visita del 11 de julio. En su escrito, la diputada mencionó que hubo personal jerárquico del SPF durante el encuentro entre diputados y genocidas. En uno de los chats que aportó en su escrito, puede leerse que Olivera Ravasi comunica que Benedit había hablado con Patricia Bullrich para que ella les facilitara el ingreso a los penales donde hay genocidas alojados.

"Bonacci y Arrieta fueron engañadas para ir. En los grupos de Whatsapp en ningún momento se habló de las personas que iban a ver, les mencionaron a los diputados que iban a ver a presos políticos y cuestiones de sanidad", dijo Yamil Castro Bianchi, abogado de Arrieta, en una entrevista radial. "Patricia Bullrich había facilitado el ingreso de los diputados. No los revisaron en ningún momento al entrar en el penal, rompiendo todos los protocolos y si querían entrar con una 9mm, podían hacerlo", añadió.

PAGANO vs LEMOINE

Entre tanto la diputada de La Libertad Avanza Marcela Pagano calificó a su compañera de bancada Lilia Lemoine como "mitómana", luego de que Lemoine la acusara de faltar a la sesión fallida en Diputados del miércoles pasado.

"Yo entiendo que los kirchneristas no quieran darnos quorum, pero que ellas no estén…", apuntó Lemoine en referencia a Pagano, Rocío Bonacci y Lourdes Arrieta. Las últimas dos involucradas en la visita a represores en el penal de Ezeiza.

Tras la declaración de Lemoine en su programa de radio, Pagano recogió el guante y le respondió desde su cuenta de X: "Sos una mitómana. No solo estuve presente y di quorum en la última sesión, sino que también lo hizo mi compañera Lourdes Arrieta".
La declaración estuvo acompañada por una lista de asistencia, encabezada por su nombre.

X de Marcela Pagano

La crítica de Lemoine no quedó ahí y apuntó contra Pagano por haber participado de un homenaje a las monjas francesas Léonie Duquet y Alice Domon, desaparecidas en la última dictadura militar.

"Yo careta no soy, lo volveré a hacer una y otra vez. Siempre del lado de las víctimas. ¿Y vos de qué lado estás?", retrucó la experiodista.

De las tres diputadas acusadas,, también Bonacci le respondió a Lemoine. "Permítanme contarle a la diputada que yo llegué 15 minutos más tarde que mi compañera Romina Diez (ambas quedamos varadas en Rosario sin poder despegar esa mañana con aerolíneas)".