Argentina exporta por primera vez tecnología espacial a Europa
Se trata de sensores solares gruesos para satélites diseñados y construidos por Comisión Nacional de Energía Atómica, con materiales y personal del país. Fueron vendidos por Invap a una empresa italiana.
Argentina logró exportar por primera vez al mercado europeo tecnología del área espacial de industria nacional.
Se trata de sensores solares gruesos, para un satélite, diseñados y construidos por el Departamento de Energía Solar de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y ensayados ambientalmente por el Centro de Ensayos de Alta Tecnología SA (CEATSA).
Los de sensores ya fueron desarrollados con éxito para los modelos de satélites SAC-D y Saocom.
Estos sensores le dan información a la computadora de a bordo para permitir orientar el satélite hacia el sol en los modos seguros del mismo.
“Gracias al Plan Espacial desarrollado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), es que hoy podemos exportar estos componentes al mundo”, indicaron desde la CNEA mediante un comunicado en redes sociales.
De este modo, la empresa estatal rionegrina Invap, dedicada a la investigación y desarrollo en las áreas de tecnología nuclear, defensa, aeroespacial, seguridad, ambiente y medicina; le vendió 20 sensores solares para satélites a una compañía italiana.
Se trata de una venta histórica porque por primera vez estos desarrollos de la ciencia argentina logran ingresar en el mercado espacial europeo.
La empresa italiana, OHB Italia, con sede en Milán fue la compradora. La misma forma parte del European Space and Technology Group, que pertenece a su vez a la alemana Orbitale Hochtechnologie Bremen (OHB), ubicada en Frankfurt.
Los sensores
Este sensor es una pieza clave en la vida útil de un satélite. Cuando hay una falla o una emergencia, la computadora de abordo activa el modo seguro y coloca al aparato apuntando hacia el Sol, pero para ello algo debe indicarle dónde está el Sol: esto lo que hace cada uno de los 20 aparatos que Invap y la CNEA le vendieron a la empresa italiana.
Se trata de sensores que ya fueron desarrollados con éxito para modelos como el SAC-D y los Saocom, y que también fueron exportados a Brasil para ser utilizados en el Amazônia-1, lanzado el mes pasado a la órbita terrestre.