Cada tercer lunes de enero, se considera como el “día más triste del año”. Una investigación científica, a cargo del psicólogo inglés Cliff Arnall, así lo estableció una investigación científica que sustentó la teoría de que existe un día que es el de mayor ofuscación y tristeza en el año. 

Tiempo después, el propio Arnall aseguró que es tan sólo una teoría y refutó su propia hipótesis con severas investigaciones. Sin embargo, todo surgió a raíz de una pregunta en torno a cuál es el día que más causa desagrado en la población. 

Claramente, la respuesta del día lunes se torna verosímil, uno de los claros candidatos a ocupar ese primer puesto. Aunque lo cierto fue que Arnall descubrió que esta respuesta cambia puede variar a medida que lo hacen las dinámicas laborales.  

En este sentido, un paper de la Escuela Económica de Londres, publicado en 2010, afirma que los martes son ocupan el segundo lugar, en referencia a la mala puntuación que recibió el segundo día de la semana en términos de felicidad. 

Una estrategia de marketing para la historia

Bajo esta investigación, que tampoco aseveraba mucho en parámetros científicos, la agencia de viajes Sky Travel lanzó una campaña bajo un concepto innovador y sencillo: que la solución a la tristeza era planificar un viaje con sus servicios. 

Para ello, manipuló algunos de los resultados de Arnall, y su estrategia dio amplio resultado. Sus ventas aumentaron y las reservas para las fechas de enero crecieron bajo este lema. En este sentido, fue un gran éxito ya que logró enviar un mensaje a la sociedad que permanece hasta el día de hoy, aunque se sepa que en realidad el día más triste del año no es el tercer lunes de enero, sino el más recurrente de vuelta a las dinámicas laborales.

¿Tristeza o realidad?

Aunque la teoría de Arnall despertó una serie de investigaciones posteriores, es verdad que en enero existe una tendencia basada en ciertas regularidades que hacen que este primer mes del año sea menos alegres que los once restantes. Entre motivos citados por National Geographic se encuentran: 

  • La amplia diferencia con el ánimo festivo de diciembre, investigaciones afirman que las celebraciones festivas de diciembre, incluidos sus tradicionales platos gastronómicos, provocan un incremento en los altos niveles de dopamina. Una vez finalizadas, la caída de esta hormona de la felicidad, crea un amplio contraste con el primer mes del año. 
  • La vuelta al trabajo, generalmente a mediados de enero el regreso de vacaciones y la inmersión en la rutina después de unas semanas de descanso, tal y como demostró un informe de 2022, puede hacer aumentar los niveles de estrés. Y por ende, la sensación de desánimo. 
  • Factor climático, los polos extremos de invierno y verano con altas y bajas temperaturas también puede contribuir a la sensación de enfado generalizado. En este sentido, investigaciones han demostrado que la depresión aumenta con las olas de frio, debido a la falta de luz solar, mientras que las olas de calor provocan enfado y enojo en el tejido social.