Gabriel Alejandro Isassi, uno de los 3 policías de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) que disparó brutalmente contra Lucas González, ocasionándole la muerte, declaró el lunes por la mañana ante la justicia. 

El inspector de 40 años de edad, padre de cinco hijos y luchador de jiujitsu brasileño, sostuvo en la declaración indagatoria que hace dos días que está sin dormir y esgrimió una insólita justificación por haber acribillado al futbolista de 17 años.

El joven recibió dos balazos que terminaron con su vida. Foto: Marca Informativa
El joven recibió dos balazos que terminaron con su vida. Foto: Marca Informativa

“Señor juez, hace dos días que estoy sin dormir, yo salí a trabajar, yo no soy un delincuente, yo soy un laburante, yo lamento lo que le pasó a este chico, yo tengo hijos. Hace dos días que no duermo, me tiraron mierda, me amenazaron a mí, me dijeron que iban a matar a mi hijo”, sostuvo, según publica Infobae.

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En ese marco, pidió que cambien su lugar de detención, y recordó que atendió un parto en la vía pública, que deberían tratarlo como a un héroe. “Tengo escondidos a mis hijos por esta situación, mis hijos no pueden hacer un paso, espero que entiendan la situación, la comuna nos entregaba un premio en pocos días, estábamos involucrados en la lucha del narcotráfico, trabajábamos para la sociedad. Tengo diecinueve años de carrera”, continuó.

Luego sostuvo que para él, Lucas y sus amigos eran posibles narcos “Porque para mí en mi cabeza, ese vehículo podía estar transportando droga o podían estar armados, teniendo en cuenta las calles por las que circulaba”. “Era imposible presumir que estos chicos venían de jugar al fútbol... Yo lamento el desenlace de todo esto, pero fue trabajando”, se justificó uno de los tres policías cuyos rostros representan el gatillo fácil en Argentina.

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El dolor de Cintia, la mamá de Lucas en la marcha realizada el lunes, pidiendo justicia. Foto: Crónica
El dolor de Cintia, la mamá de Lucas en la marcha realizada el lunes, pidiendo justicia. Foto: Crónica

En el Juzgado N°7 a cargo del doctor Martín del Viso, con una investigación en su contra a cargo del fiscal Leonel Gómez Barbella y el equipo de la Fiscalía N°32, Isassi aseguró que trabajaba en un literal zona de guerra. “Es una zona en donde realizamos constantemente interceptaciones de vehículos y encontramos drogas, armas. De hecho hace pocos meses habíamos participado de una detención en un bunker donde habíamos encontrado una ametralladora, escopetas, es decir, quiero que quede claro el concepto del lugar donde estábamos trabajando, se trataba de una zona sumamente compleja”, afirmó, según la declaración a la que tuvo acceso Infobae.

El policía dio detalles de operativos recientes donde supuestamente había encontrado una ametralladora, así como de otro punto de acopio de droga sobre el que debían avanzar en pocos días bajo órdenes de una fiscalía porteña especializada.

Este operativo al caer, según Isassi, había elevado su estado de sospecha. “Era inminente un allanamiento. Estábamos esperando que salga la firma, teníamos que ver que estaba pasando, teníamos que estar atentos a qué vehículos estaban y cuáles salían. Sí había una fuga de material, o ingreso de material, de interés para esa causa. Teníamos que estar atentos a si había satélites para esa causa, es decir era una causa compleja, la gente que rodea es siempre gente pesada”, continuó.

Aseguró también que se identificó como policía al abordar el Volkswagen Suran en la que viajaban Lucas y sus amigos, que él y los otros dos policías vestían los chalecos antibalas “por si el operativo era televisado”.

El auto en el que viajaban Lucas y sus amigos. Foto Infobae
El auto en el que viajaban Lucas y sus amigos. Foto Infobae

La persecución mortal

Isassi siguió así con su versión de los hechos: “Ya cruzando Vélez Sarsfield, ya le tira el primer ‘sirenazo’. Ya después nos vamos por el costado de ellos y seguimos con la sirena de emergencia... Yo creo que esa situación por lo menos ocurrió tres o cuatro veces, lo del sirenazo. Fue algo inmediato, fue todo en el momento. En ese momento es que le digo al chofer, ‘intercéptalo, intercéptalo´’”, continuó.

“Estábamos con los chalecos anti bala colocados y López además tenía el chaleco Siam, estábamos identificados, hasta teníamos las chapas. Bajamos gritando ‘policía’, ‘policía’.

"En ese momento, yo me voy arrimando por detrás del baúl mío y López por detrás de mí y Nievas siempre queda adelante. Nievas queda entre la puerta de nuestro vehículo y el mismo habitáculo. En ese momento que estábamos gritando ‘policía’, en ese momento ellos aceleran, y el vehículo se abalanza directamente hacia mí. Yo sentí que atentó contra mi vida en ese momento. Me colisiona a mí, y lo colisiona a Nieva, yo quedo entre el vehículo mío y el de ellos, quedo apretado. En ese momento que él acelera y me choca yo efectué un disparo”, completó el inspector.

Lejos de esbozar alguna autocrítica o pedir perdón a los padres del joven acribillado, Isassi justificó haberle disparado a los chicos. Junto a Fabián Gómez y José Nieva están acusados de homicidio agravado por su condición de policías, tentativa de homicidio, todo con alevosía, falsedad ideológica, privación ilegítima de la libertad. Podrían recibir la pena de prisión perpetua.

Cómo sigue la causa

Este martes declaran los padres de Lucas, asistidos por psicólogas de la DOVIC, el ala de la Procuración que acompaña a víctimas de delitos. Se espera para los próximos días la pericia que será clave para definir las imputaciones en el expediente: el análisis balístico de las armas de los efectivos y los cuatro impactos de bala en la Suran, ordenado por Gómez Barbella, a cargo de la PFA, que podrá determinar si fue Isassi, Nievas, o Gómez quien mató a Lucas. Isassi es uno de dos efectivos que admitieron haber disparado en Barracas.
 

Con información de Infobae