Una situación verdaderamente insólita se produce en una pequeña localidad de Neuquén, apenas 45 km al norte de la capital provincial Neuquén, a la vera del río Neuquén. San Patricio del Chañar es  reconocida por sus bodegas y por la calidad de los vinos que allí producen. Ahora también es conocida por ser la localidad en dónde el Municipio le cobra multas a los bomberos voluntarios que corren para apagar incendios.

Efectivamente, multas por exceso de velocidad llegaron a los Bomberos Voluntarios de San Patricio del Chañar que se niegan a pagarlas. Denuncian que hay un ninguneo hacia su rol y que quieren trabajar tranquilos.

Del Facebook de Asociación Bomberos Voluntarios San Patricio del Chañar

Jorge San Martín, presidente de la Comisión Directiva de Bomberos de San Patricio del Chañar, dijo en un comunicado que están tratando de resolver la situación porque les genera mucho malestar. "No deberíamos estar ocupándonos de esto, sino de otras cosas que tienen que ver con el crecimiento de la institución", indicó.

Las multas que les llegaron suman un valor de $826.770 y son de radares ubicados en la Ruta 7, una de las principales vías de la localidad donde suelen haber muchos incidentes viales e incendios de pastizales en chacras, por lo que son caminos muy transitados por los Bomberos que asisten a dar respuesta a estas emergencias.

El diablo (privado) metió la cola

Los bomberos explican que los radares están concesionados a una empresa que emite las multas y que hay ciertas irregularidades. Por ejemplo, aclaró que "utilizan las firmas de personas que han sido, o son en algunos casos, personal de Protección Ciudadana, inspectores”. 
Pero no han sido “prolijos” en el uso. Por ejemplo, una de las multas tiene la firma de alguien que fue inspectora años atrás, pero que hace más de año y medio que no trabaja en la municipalidad.

"Nos llegó al mail la notificación de la empresa de que ya cargaron las patentes de nuestros móviles y que ahora en más no se va a multar más a la institución, pero acá quien tiene que expedirse es el Juzgado de Faltas y decir que le da lugar a nuestros descargos", insistió y reveló la sorpresa que se llevaron cuando, esta semana, la jueza de faltas manifestó que había que corroborar si realmente los Bomberos iban a una emergencia. 
"Me parece que deja mucho que desear una respuesta de ese tipo", sostuvo.

Como sucede en muchas localidades a lo largo y a lo ancho del país, el principal problema no parece ser la cuestión administrativa, que podría encaminarse. Los bomberos se enojan por lo que designan como “el ninguneo a una institución en la que los trabajadores ni siquiera cobran sueldos, sino que se ponen a disposición de los vecinos". 

"Queremos creer que hay una desprolijidad y no que hay una intencionalidad hacia un grupo de personas que ponen lo mejor de sí, que deja un montón de cosas atrás para, llegado el caso, salvarle la vida a una persona. Que tengamos que pagar es una ridiculez".