Condenaron al asesino de Rubio, el perro arrastrado por una camioneta hasta morir
Se trata de un fallo histórico, que revindica los derechos de los animales. Adrián Guillermo Rodríguez, quien se había molestado porque el can le ladró y le infligió torturas hasta que murió, fue sentenciado a un año y medio de prisión.
Un hombre acusado de matar a un perro tras atarlo a su camioneta 4x4 y arrastrarlo por la ruta hasta morir, fue condenado a un año y medio de prisión en suspenso, y se ordenó además, el decomiso del vehículo utilizado para cometer el delito.
El repudiado hecho ocurrió en agosto de 2019, en la localidad bonaerense de Mar del Tuyú, cuando Adrián Guillermo Rodríguez se molestó porque el perro le ladraba, lo ató a su camioneta y lo arrastró durante varias cuadras torturándolo, hasta que finalmente el can murió.
A pocos días del inicio del debate oral y público el acusado aceptó un juicio abreviado, reconoció culpabilidad y se le fijó la pena mencionada.
Rodríguez sumó en este proceso los cargos de maltrato y crueldad animal, que lo llevó a los tribunales, y también los correspondientes a la denuncia por amenazas contra una mujer que manifestaba en su contra para pedir justicia por matar al animal.
“En el proceso falta que la sentencia de condena quede firme, en los organismos del Estado en general falta mayor compromiso con estas causas y en el ‘sistema’ falta una verdadera perspectiva de derecho”, afirmó el abogado que se presentó como primer querellante en este caso.
El juicio oral y público se debía realizar en abril pasado en Dolores, pero se postergó a pedido de la defensa. Rodríguez había cambiado de abogado y se solicitó una prórroga para que pueda tomar conocimiento más profundo del expediente, así como de la acusación por amenazas, desobediencia y resistencia a la autoridad que iba a la par en el mismo debate.
Rubio, un símbolo de maltrato y crueldad contra los animales
Rubio era un perro callejero, de tamaño mediano y color claro. Su lugar de referencia era una estación de servicio de la ruta 11, en el acceso hacia Mar del Tuyú. Allí los empleados le daban de comer y lo habían adoptado como mascota, publica La Nación.
El 13 de agosto de 2019 Rodríguez pasó por allí y mientras esperaba para cargar combustible se molestó porque el animal le ladró y también lo habría enfrentado, intentado morderlo, según dijo el imputado tiempo después.
En "reprimenda", el hombre tomó una correa que tenía en su camioneta, lo ató y lo cargó en la caja. Cuando avanzó por un camino vecinal lo bajó del vehículo y, siempre atado, lo arrastró por la cinta asfáltica a alta velocidad, lo que provocó la muerte del animal.
La reacción de la comunidad a través de redes sociales, medios de comunicación y manifestaciones fue tal, que el propio municipio de Mar del Tuyú declaró a Rodríguez persona no grata en el distrito, resolución acompañada por unanimidad de los bloques políticos representados en el Consejo Deliberante.
La pena por maltrato animal, según estipula el Código Penal, prevé condenas de hasta un año de cárcel. En este caso, además, cerraría el juicio abreviado con 18 meses de prisión en suspenso debido al agregado de pena por las agresiones de Rodríguez durante una protesta en su contra.
Además, en la sentencia “se reconoce a los demás animales como seres sintientes y con derechos propios”, según precisó el letrado, quien dijo que “Rubio” fue mencionado 35 veces en el fallo.
Tras conocerse el acuerdo, el abogado querellante, Mauricio Trigo destacó que “hasta hace no mucho tiempo las causas penales en las que se investigan hechos de violencia hacia los demás Animales” como “malos tratos y crueldad” concluían “mayoritariamente con obligaciones de entregar alimento balanceado” o “algunas horas de tareas no remuneradas en favor del Estado y algunas otras reglas de conducta”.
“El decomiso en éste caso particular y por las características del bien, marca por un lado, que vale más la vida de ‘un simple perro’ que el derecho de propiedad de cualquier humano; y por otro eleva las condiciones para medir otros casos haciendo que ya no sea tan fácil o simple acordar entre cuatro paredes la entrega de dos bolsas de alimento para no recibir condena”, señaló.
El juicio abreviado se alcanzó tras el acuerdo entre querellantes, la defensa y el ministerio público, representado por el fiscal Roberto Miglio. Tras esta instancia, se espera que haya apelaciones hasta llegar a una condena firme. Por lo pronto Rodríguez sigue en libertad.
La ley 14.346 contempla el delito de maltrato y crueldad contra animales, con penas previstas desde seis meses a un año de prisión.
El reclamo de justicia por Rubio se convirtió también en una bandera de las organizaciones y militantes de la protección de los animales, que insisten en la necesidad de reconocerles derechos y también ser firmes en los fallos con quienes van contra quienes ponen en riesgo su integridad.
Fuentes: La Nación; La Voz