La expresidenta Cristina Kirchner apuntó este sábado contra el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, luego de que el Gobierno anunciara que la próxima semana se irá hacia la emisión cero y que se cerrarán todas las canillas que hacían que ese proceso continuara abierto.
El mandatario anunció que ya no crecerá la cantidad de pesos en circulación cuando el Banco Central (BCRA) compre dólares para acumular reservas internacionales. En un mensaje a través de la red social X, la también exvicepresidenta le remarcó cuál es el “problema central de la Argentina”.

“¿Se acuerda presidente cuando el 10 de diciembre en el acto de asunción le dije que usted tenía demasiados prejuicios y que cuando se sentara en el sillón de Rivadavia se le iban a ir uno por uno? Bueno… bienvenido a la Argentina”, comenzó Kirchner.

X de Cristina Kirchner


En el marco de la medida que anunció la administración mileísta para contener al dólar, la ex presidenta afirmó: “Deje de volver locos a sus seguidores liberales libertarios que están haciendo análisis interpretativos esotéricos y dígales la verdad de la milanesa, que va a utilizar reservas del Banco Central para intervenir en el mercado de dólares financieros, porque la brecha con el dólar oficial se le está yendo a la… usted ya sabe. Y esto finalmente le impacta en los precios”.

Por otro lado, volvió a remarcarle al Presidente sobre el superávit fiscal “dibujado” por el ajuste fiscal que realizó en el Estado y en los fondos hacia las provincias, y le dijo cuál sería el “problema central” que tiene el país. “Se da cuenta ahora que por más superávit fiscal que tenga (aunque sea trucho e insostenible) el problema central de la Argentina y su economía bi-monetaria, con hiper endeudamiento en moneda dura, es la escasez de dólares”, aseguró.

Para el cierre una advertencia: “No pierda más tiempo organizando actos de Billiken sobre la cuadratura del círculo, piense que lo han elegido por cuatro años y tiene la oportunidad de convocar a las distintas fuerzas políticas y sectores sociales a discutir en serio el destino de nuestro país. Aunque no le den el premio Nobel, vale la pena intentarlo… y la historia seguro se lo reconocerá”.