Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia: la situación en Argentina
Fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el objetivo de lograr acceso y participación plena y equitativa.
La ciencia y la igualdad de género son vitales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En las últimas décadas, la comunidad internacional ha hecho un gran esfuerzo para inspirar y promover la participación de las mujeres y las niñas en la ciencia. Sin embargo, las mujeres siguen encontrando obstáculos para desenvolverse en el campo de la ciencia.
Con el fin de lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, y además para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió proclamar por resolución en 2016, el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
Datos mundiales
Las mujeres suelen recibir becas de investigación más modestas que sus colegas masculinos y, aunque representan el 33,3% de todos los investigadores, sólo el 12% de los miembros de las academias científicas nacionales son mujeres.
En campos de vanguardia como la inteligencia artificial, donde solo uno de cada cinco profesionales (22%) es una mujer.
A pesar de la escasez de competencias en la mayoría de los campos tecnológicos que impulsan la Cuarta Revolución Industrial, las mujeres siguen representando sólo el 28% de los licenciados en ingeniería y el 40% de los licenciados en informática y computación
Las investigadoras suelen tener carreras más cortas y peor pagadas. Su trabajo está poco representado en las revistas de alto nivel y a menudo no se las tiene en cuenta para los ascensos.
La situación en Argentina
En Argentina, si miramos los números del Conicet, hay 53% de investigadoras y 60% de becarias. Un porcentaje alto si se compara con Europa y Estados Unidos, donde el promedio de mujeres en Ciencia es del 35% y en Japón solo el 17%.
Dentro de América latina, “Argentina está por encima del promedio en cuanto a participación femenina en Ciencias, y esto tiene que ver con razones culturales, económicas -las profesiones mejor remuneradas son ocupadas mayormente por varones- y también con que las mujeres estamos siendo mayoría en las carreras universitarias en general”, señala a Télam Ana Franchi, presidenta del Conicet, la segunda mujer en ese cargo desde la fundación del organismo, en 1958.
Para Franchi -doctora en Química y una de las fundadoras de la Red Argentina de Género, Ciencia y Tecnología (RAGCyT)-, “el ingreso de mujeres a las disciplinas científicas, salvo en ingenierías y en informática, no es un problema. Los problemas vienen a la hora de desarrollar sus carreras”.
En el CONICET, las mujeres son mayoría en los niveles iniciales y van reduciendo su participación a medida que la categoría es superior. En 2019 ellas representaban el 61,3% de los investigadores asistentes, pero sólo son el 24,5% de los investigadores superiores.
Fuente: Télam / ONU