Dia internacional del abrazo, en pandemia: origen y beneficios
Cada 21 de enero se celebra en todo el mundo. Varios estudios científicos revelaron múltiples efectos positivos en la salud de las personas.
Cada 21 de enero se celebra el Día Internacional de Abrazo pero, en tiempos de pandemia, ese acto de afecto se ve restringido.
Además de reconfortarnos y llenarnos el corazón de sensaciones, los abrazos aportan muchos beneficios para la salud, tanto física como psicológica. Este día sirve para recordarlo.
Las recomendaciones sanitarias han hecho aconsejable abrazarse menos, pero eso no ha evitado que surgieran otras formas para saludar a un amigo a amiga.
Al menos hasta que podamos retomar la costumbre, sana y aconsejable, de abrazarse, habrá que agudizar el ingenio para transmitir afecto a nuestros seres queridos y conocidos.
La práctica cotidiana de esta demostración física genera confort y otras particularidades estimulantes. De acuerdo a estudios de investigadores de la Universidad de Carnegie Mellon y otras instituciones académicas, los abrazos brindan los siguientes beneficios:
Abrazar ayuda a reducir el estrés
Acumulan sustancias en el cerebro que ayudan a proporcionar calma, tranquilidad y relajación. Según varios científicos, abrazar a una persona que está pasando por un mal momento puede ser algo muy beneficioso, pues puedes ayudarla a reducir su estrés y que se sienta reconfortada. Es una acción que no cuesta absolutamente nada, pero la persona que está pasando por algo desagradable o doloroso lo agradecerá. Y cuando seas tú quién lo necesite, también te sentirás mejor.
Mejoran la salud cardíaca
De acuerdo con un estudio realizado a 200 adultos, que se dividieron en dos grupos, los abrazos pueden ser positivos para la salud del corazón. En dicha investigación quedó demostrado que aquellos participantes que habían estado durante 10 minutos dándose la mano y luego se fundieron en un abrazo de 20 segundos, mostraron mayores reducciones en los niveles de presión arterial y frecuencia cardíaca que los otros participantes, que estuvieron 10 minutos sin ninguna muestra de afecto.
Pueden protegernos de enfermedades
Los abrazos estimulan la glándula del timo, encargada de regular la producción de glóbulos blancos. Estos ayudan a mantener el organismo sano y libre de enfermedades.
Efecto relajante y placer
Estudios de la Universidad de California demuestran que, gracias a la generación de serotonina, causan un efecto relajante que ayuda a quienes sufren de problemas para dormir o insomnio. Además, como contacto físico, provoca una segregación de dopamina y serotonina en el cerebro.
Los abrazos reducen los miedos y ansiedad
También está científicamente comprobado que abrazar y la sensación de sentirse abrazado puede reducir la ansiedad en personas con baja autoestima. Por ejemplo, de pequeño, ¿quién no ha tenido miedo o ha llorado por algo, y su salvación ha sido abrazar a algún peluche u objeto? Una muestra más de que un abrazo tiene muchos beneficios emocionales y hasta físicos. También generan contención que es beneficiosa en especial para aquellas personas que padecen depresión o ansiedad.
Es otra forma de comunicación
Hay la frase de que “un hecho vale más que mil palabras”, algo que también se puede traducir a un buen abrazo. Porque aunque muchas veces necesitamos expresar verbalmente aquello que sentimos, hay ocasiones en las un abrazo transmite mucho más que cualquier frase.
Origen de la celebración
Fue Kevin Zaborney quien creó esta festividad, que tuvo su primera celebración en 1986 en el pueblo de Clio en Michigan, Estados Unidos. Con el pasar de los años se fue popularizando en este país gracias al Calendario de Eventos Chase, cuyo dueño era conocido de Zaborney.
El inventor de este día es un pastor especialista de Michigan quien se dedicaba a trabajar con jóvenes delincuentes de Boysville en Mount Morris. Zaborney es Licenciado en Psicología de la Universidad de Michigan y posee un master en teología por la Universidad de Boston.
A través de su trabajo notó que la sociedad estadounidense se encontraba avergonzada de mostrar sus sentimientos en público, aún si se tratase de familiares o personas cercanas. En sus conclusiones, observó una falta de espontaneidad a la hora de realizar demostraciones de afecto.
Por este motivo, decidió impulsar el Día del Abrazo, posicionándolo entre las fechas de Navidad y el Día de San Valentín. En esta jornada busca promover un acercamiento de la sociedad, en especial en épocas de desigualdad, problemas sociales y violencia.
Fuente: La Vanguardia y LN