En las últimas semanas, el campo en general viene conmocionado por una sucesión de noticias que impactaron de lleno y pusieron en alerta a un sector que aporta al país 7 de cada 10 dólares que ingresan por exportaciones.

Los incumplimientos de pagarés en el mercado, primero por parte de la firma Surcos, que provee insumos, con un default inicial de US$500.000, y ayer con US$100.000 de Los Grobo Agropecuaria y unos $400 millones de Agrofina, ambas del grupo Los Grobo y que están tanto en el negocio de la producción de granos como su comercialización y distribución de agroquímicos, terminaron de poner de relieve que hay una crisis en la actividad en general.

Se cayó más de un 30% el mercado de agroquímicos, lo cual redujo las ventas de las compañías de insumos, el negocio, con la estabilización de la macroeconomía, dejó de estar más atento a lo que pasaba con lo financiero y tuvo que virar más a lo económico y al manejo, hubo compras al exterior que el año pasado se hicieron con precios caros y se terminaron vendiendo a menores valores para liquidar stock y, a todo esto, influyen variables generales del negocio: un tipo de cambio oficial casi planchado y suba de costos en dólares en un momento donde las cotizaciones internacionales de los granos están en los valores más bajos de los últimos cuatro años y las retenciones no han sido modificadas a la baja como para aliviar al sector.

Entre los factores apuntados entra en primer lugar el tipo de cambio que va quedando cada vez más atrasado (“recontra alto” según algunos especialistas), el consiguiente aumento de los costos en dólares y un mercado de agroquímicos que tiene menos demanda porque pasó de 4300 millones de dólares el año pasado a 2900 millones este año. Se cayó un 32%.

Además se apunta que el medio millón de hectáreas menos que se sembrarán de maíz hacen que el mercado de maíz sea por lo menos unos 200 millones de dólares menor

Luego de la devaluación inicial de diciembre pasado apenas asumió el presidente Javier Milei, había una expectativa de aceleramiento del tipo de cambio que no se terminó cumpliendo. Pero en el medio se registró suba de costos en dólares mientras las retenciones siguieron en los mismos niveles (33% en soja y 12% en trigo y en maíz, entre otros productos) y los precios internacionales se derrumbaron.

En este marco, igual que en otros rubros, las empresas de insumos han enfrentado una panorama de altísimos stocks comprados en dólares con precios altos y una situación de tasas negativas que hoy ya no están.

El resumen de situación es un dólar oficial casi planchado, una alta inflación en dólares en los costos operativos, precios internacionales de soja a la baja, retenciones y empresas endeudadas, una combinación muy difícil de sobrellevar.

Para muchos lo que ha sucedido en el mercado con los incumplimientos de los pagarés es una suerte de “punta de un iceberg”. El caso de Los Grobo Agropecuaria, la discusión no pasa porque no está pagando un pagaré anunciado de US$100.000, ya que seguramente tiene el dinero para cancelarlo, sino porque hasta el 31 de marzo no cancelará unos US$10 millones.

Hay un cambio profundo en la macroeconomía que modifica el sistema de negocio del agro y eso se puede enganchar con el tema de los derechos de exportación y que los márgenes brutos de los productores están muy ajustados o negativos.