La australiana Rio Tinto, una de las mayores mineras del mundo, confirmó este miércoles la adquisición de Arcadium Lithium, compañía dedicada exclusivamente a la producción de carbonato e hidróxido de litio.

La adquisición por US$6.700 millones convierte a Río Tinto en un jugador fuerte en el sector litífero pero además en el principal productor de litio en Argentina. 
Arcadium Lithium, la empresa que se creó como producto de la fusión de Livent y Allkem, opera los proyectos Olaroz (en Jujuy) y Fénix (en Catamarca), con ambiciosos planes de expansión. 
Por su parte Río Tinto ya contaba con proyectos en el país.

“La transacción incorporará el negocio de litio de Arcadium, complementario y de clase mundial, a la cartera de Rio Tinto, un líder mundial en materias primas de transición energética, desde aluminio y cobre hasta mineral de hierro y litio de alta calidad”, explicó la compañía australiana, cuyas acciones caían el 2,75% tras confirmarse las noticia.

Rio Tinto precisó que la actual capacidad de producción anual de hidróxido y carbonato de litio de Arcadium es de 75.000 toneladas de carbonato de litio equivalente, con planes de expansión para más que duplicar la capacidad a finales de 2028.

“Las operaciones globales de Arcadium, que comprenden aproximadamente 2.400 empleados, incluyen instalaciones y proyectos en Argentina, Australia, Canadá, China, Japón, Reino Unido y Estados Unidos”, dice el comunicado.

¿Por qué vendió Arcadium Lithium?

Peter Coleman, presidente de Arcadium Lithium, explicó los motivos por los cuales avanzaron, con celeridad, en la venta de la empresa. Dijo que la empresa “tiene activos de alta calidad, una estrategia comercial ganadora y sólidos planes de crecimiento”, pero que están enfrentando “condiciones de mercado desafiantes, con las perspectivas de los precios del litio siguen siendo bajas”.

El precio del Litio se desplomó después de su máximo en 2022. Imagen: Bloomberg

Sin duda, es una referencia al desplome que sufrió el precio internacional del Litio a partir de la segunda mitad de 2022. Desde entonces, cayó más de 8 veces hasta su valor actual y las perspectivas de mercado no indican un aumento imediato.