Los amenazantes audios del empresario descuartizado: “Te voy a arruinar la vida, pedazo de loro”
Según el peritaje del teléfono, antes de ser asesinado, Fernando Pérez Algaba le envió mensajes a un conocido de un barra brava de Boca que le debía dinero, en los que decía que lo iba “a ir a buscar por cielo y tierra” hasta que le pagara una supuesta deuda.
La investigación por el horrendo crimen del empresario Fernando Pérez Algaba, quien fue desmembrado y hallado en una valija en la localidad bonaerense de Ingeniero Budge, sigue avanzando y trascendió que la víctima había enviado mensajes amenazantes antes de ser asesinado.
En las grabaciones, “Lechuga” -el apodo del hombre muerto- le reclama violentamente a alguien identificado como Nahuel, el pago de una supuesta deuda que tenía con él, y le advierte que no iba a poder estar siempre protegido por Gustavo Iglesias, el barra de Boca Juniors, cuyo hijo también tenía problemas con Pérez Algaba.
“¿Qué hacés, Nahuelito? Divertite, ¿eh? Divertite mucho. Divertite mucho que cuando vuelva te vas a tener que ir a vivir al country de Gustavo Iglesias. Con él, ahí. Los dos. Porque a vos te voy a ir a buscar por cielo y tierra. Andá a hacer la denuncia que quieras. Que atrás tuyo voy yo. Con todos los mensajes que tengo acá archivados en el teléfono de cuando fuiste a comprarle falopa al caco, que te ibas a poner a vender merca, que ibas a chorearle al transa, todo. Todo eso lo tengo todo guardado. Y mil cosas más tengo de vos. Te voy a arruinar la vida, pedazo de loro”, dice Pérez Algaba en uno de los audios a los que accedió Infobae.
El amenazado no había sido mencionado hasta el momento en la causa, pero que sería amigo del hijo de Iglesias, quien sí estaba mencionado y ya presentó un abogado ante el fiscal que investiga el crimen para ponerse a disposición de la Justicia.
“Te haces el vivo porque no estoy allá, me traicionaste, traidor. Me vas a pagar cada peso que me debés, hijo de remil puta. Uno por uno. Salta, Bahía Blanca. Andá adonde quieras. A lo de tu papá, a lo de tu hermano, adonde vos quieras. Te voy a ir a buscar. Si fui a buscar a un pibe a México, a vos te voy a ir a buscar hasta abajo de la tierra, pedazo de gil. No vas a tener a Gustavito todo el día atrás, ¿sabés? Mandale el audio a quien se te cante las pelotas, la concha de tu madre”, indicaba violentamente el empresario.
En otro de los audios que circularon de la víctima, el comerciante le habla a uno de sus amigos, identificado como “Junior”, con quien aparentemente se queja de los reclamos de “Ibiza”, alguien con quien habría compartido una agencia de venta de autos en la localidad de Ramos Mejía, partido bonaerense de La Matanza.
“Está para caerle en la agencia, ¿no? Está para caerle en la agencia con la Porsche. Ahora encima compre un (BMW) M2 tengo el M2, me estoy por quedar con el M3, porque le di para vender una casa al pibito. Tengo el M2, el M3, el M4, la (Porsche) Macan y la (Aud) SQ5 para jugar, ahí en casa, para jugar nomás. La agencia, explotada de coches, una agencia en Palermo, una agencia en Cantelar, 400 empleados. Gano un palo por mes en la agencia más lo que vendo de los coches”, presumía Pérez Algaba.
“Bien de tano millonario, dice (risas). !Ay, Dios mío! ¡Miami, Berlín, Tomorrowland, Tailandia un mes. Balenciaga, Louis Vuitton, Gucci, ¿qué le pasa al boludo este? Rolex, ¿cuántos Rolex querés? ¿Qué le pasa a este pibe? ¿De dónde salió? ¿Por qué cerramos la agencia? ¿Porque era una verga la esquina? ¿Por qué nos cansamos de Ramos? ¿Por qué no es tu zona? ¿Por qué no era la mía? Dale, Ibiza, andá a dormir, boludo. Viralizá este audio, viralizá este audio, Junior. Lechuga lo manda. Ibiza, no existís”, se lo escucha decir al hombre hallado en la valija.
La palabra del hermano
A todo esto, Rodolfo Pérez Algaba aseguró que su hermano “no era un estafador” y explicó que desconoce si mantenía algún tipo de vínculo con integrantes de la barra brava de Boca Juniors.
“Si le hubiesen pegado un tiro, puedo pensar que haya sido un ajuste de cuentas, pero lo que no me cierra que lo cortaron como lo cortaron”, indicó.
“La actividad de él era la compra venta de autos, con el tema de los Bitcoin no le fue bien, eso se canceló y quedo ahí”, explicó Rodolfo, quien agregó que hacía “tres meses que no lo veía” a Fernando porque habían tenido una discusión.
“Él empezó de chico repartiendo pizza, pero nadie dice que aproximadamente a los 17 años mi papá falleció y dejó una herencia, la cual la cobramos todos. O sea, mi mamá, yo, él cobramos una herencia y ahí es como que él empezó a hacer otra clase de negocios comprando autos de baja gama”, detalló el hermano de la víctima.
Por otro lado, Rodolfo contó que su hermano “estaba bajo tratamiento psiquiátrico por una enfermedad de ansiedad”
“Vengo desde hace tres días que casi prácticamente no duermo, pensando, rompiéndome la cabeza, cómo pudo llegar a pasar esto. Pero yo no me voy a quedar quieto, no voy a hacer justicia con mis propias manos, pero espero que se haga justicia”, dijo el hombre en declaraciones televisivas.
Y finalmente indicó: “No somos narcos ni ladrones. Hoy por hoy, lo que me interesa es saber es qué pasó y quién fue”.
Qué dice la investigación hasta el momento
De acuerdo a lo trascendido, el móvil del crimen sería un homicidio en el marco de un ajuste de cuentas, y no se descarta que las razones sean económicas.
Un informe financiero reveló que Pérez Algaba estaba calificado como un agente “irrecuperable” por sus deudas a través, principalmente, de una empresa llamada Motors Lettuce S.R.L. y que había sido creada por él mismo en 2019.
A la vez, la víctima aparece vinculado a, como mínimo, 13 infracciones de tránsito por un valor cercano a los 200 mil pesos sólo en la Ciudad de Buenos Aires.
El empresario era buscado desde el pasado lunes, tras la denuncia de paradero realizada por la propietaria de un departamento que él alquiló por una semana en el partido de Ituzaingó.
Según declaró la mujer, Pérez Algaba, que residía en el último tiempo en la ciudad española de Barcelona, la contactó por redes sociales para alquilarle un departamento situado en la calle Olazábal al 1000 desde el 13 al 19 de julio y, como no supo nada más de él cuando debía devolverle las llaves del inmueble, radicó una denuncia.
El fiscal de la causa, Marcelo Tavolaro, ordenó una inspección en el departamento que Pérez Algaba había alquilado y en el lugar se encontraron su pasaporte, una computadora, ropa, dos valijas, un bolso de mano y una constancia de atención médica psiquiátrica por trastornos de ansiedad.
No fue hallada la billetera de la víctima, tampoco su teléfono celular, su DNI, ni dinero en efectivo. Tampoco estaba su mascota, según revela Infobae.
El domingo pasado, un grupo de chicos encontró partes de un cuerpo descuartizado dentro de una valija en Ingeniero Budge, en el partido de Lomas de Zamora. Posteriormente, y a raíz de un tatuaje, se confirmó que los restos pertenecían al hombre desaparecido.