Este miércoles, al cumplir 70 días al mando del Ejecutivo, Javier Milei recibió en Casa Rosada a los legisladores de La Libertad Avanza. Según se difundió, el presidente fue el único orador del encuentro en el que los 37 parlamentarios sólo terciaron para realizar alguna pregunta, quizá tímidamente. Aunque redundante, Milei pidió a los propios el “acompañamiento” para la agenda legislativa que se abrirá este viernes 1 de marzo. 

Después del encuentro matutino, el presidente almorzó con el jefe de bloque PRO en Diputados, Cristian Ritondo. El diseño parlamentario del oficialismo entró en crisis y está en plena reformulación. La pulseada Bullrich-Macri no es menor en este contexto en el que el Gobierno necesita apoyo estable, ya con el proyecto ómnibus fracasado y la pelea con los gobernadores como drama institucional macro.

Los 70 días de Milei presidente representan una densidad algo enloquecedora. Aún cubierto por el PRO (que debate internamente) el Gobierno no ha podido hacer pie en el Congreso, al punto de desconocer el reglamento básico de las sesiones, cuestión determinante para el fallido tratamiento del proyecto ómnibus, que después de más de un mes de rosca volvió a comisión para finalmente perecer.

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X de Cristian Ritondo

Con el sistema político convulsionado, aún acomodando discursos y posiciones ante la “innovación” de formas que promueve el presidente, es una incógnita cómo será el desarrollo más o menos inmediato en el Congreso. Ya se cursó formalmente un pedido de juicio político.

En el caso de Córdoba, el gobernador Martín Llaryora parece esperar antes de mover, luego de ser tildado de “traidor” y ver eyectado a uno de los funcionarios clave del “cordobesismo”: Osvaldo Giordano tuvo que presentar la renuncia en Anses después de que su pareja, la diputada Alejandra Torres, votara en contra del proyecto ómnibus. Un dato caliente para agregar a este cuadro de dudoso funcionamiento institucional: los primeros dos meses de gobierno “libertario” dejaron una fuerte aceleración de la inflación: el IPC acumuló un 46,1 por ciento entre diciembre y enero (INDEC).

Junto a Natalia de la Sota, "Topo" Rodríguez fue uno de los peronistas federales que se opuso firmemente a la plataforma que propuso Milei durante la campaña 2023.

En el actual contexto, este medio conversó con el exdiputado Alejandro “Topo” Rodríguez, quien en 2023 fue una de las figuras del “peronismo federal” que mayor desacuerdo exhibió con los planes y propuestas del entonces candidato presidencial de La Libertad Avanza. Rodríguez aseguró a Cba24n que el DNU presidencial será rechazado por ambas cámaras.

-Con el DNU 70/2023 el presidente Milei inauguró su pretensión de gobernar por decreto, algo que se vislumbra como forma predilecta. El DNU, que desregula estructuralmente la economía de la Argentina, está vigente. En este paisaje dinámico habría número suficiente en el Senado para rechazar el decreto. Esta semana un grupo de senadores, agrupados en distintos sellos provinciales, pidieron formalmente a la presidenta de la Cámara Victoria Villarruel fecha para el tratamiento. Una de las firmantes, Alejandra Vigo, responde a una estructura (“el cordobesismo”) que en diciembre perfilaba como sostén y aliado institucional del Gobierno. La situación en el Congreso y el mapa político cambiaron rotundamente tras el fracaso del proyecto ómnibus y la pelea con gobernadores. ¿Cómo avizora usted la suerte del DNU y en qué escenario podríamos estar en el caso de que efectivamente ambas Cámaras lo rechacen?

Rodríguez- El decreto de necesidad y urgencia 70/2023 será rechazado por el Congreso, a más tardar a mediados de abril. Efectivamente hay una voluntad mayoritaria de tratarlo en el Senado. Así lo han manifestado por escrito distintos bloques. Es evidente que no quieren tratarlo para aprobarlo, sino para dejarlo sin efecto. El oficialismo creyó que tenía el dominio del Senado sólo porque cuando repartió cargos logró una mayoría circunstancial. Pero las mayorías se miden realmente cuando se tratan proyectos, no cuando se reparten cargos. En las últimas semanas, fue el propio presidente quien logró juntar la mayoría en contra, porque su conflagración política contra las provincias parece no tener límite. Después del Senado, el DNU será rechazado en Diputados. Que esto suceda sería un signo de calidad democrática. Obliga a un diálogo serio, planificado y responsable entre el poder Ejecutivo nacional y el legislativo, para poner en marcha una agenda realista de políticas públicas.

"El riesgo en el que se está metiendo ahora el Gobierno es grande, porque está empezando a creer que lo importante no es que se aprueben las leyes, sino que quede claro de qué lado están los buenos, que son ellos, y de qué lado están los malos", dice "Topo" Rodríguez. Foto: Gentileza.

-Continuando con lo anterior: ¿cómo analiza la pérdida de apoyo parlamentario y la debilidad aún más extrema del oficialismo en el Congreso? ¿Puede representar esto un peligro para las instituciones, ante la intención oficial de gobernar con o sin Congreso, es decir, exclusivamente vía DNU? 

Rodríguez- El oficialismo no ha perdido apoyo en el Congreso. Confundidos, el Gobierno, buena parte del periodismo, analistas y amigos, intentaron desde un primer momento hacer creer que ganar en una segunda vuelta es lo mismo que tener mayoría parlamentaria. La realidad se impuso. Los libertarios tienen el 10 por ciento del Senado y el 15 por ciento de Diputados. No hay un solo ejemplo en el mundo que permita afirmar que con semejantes minorías un gobierno puede imponer su programa extremista de políticas públicas. En ese contexto, tiene dos opciones: o modera sus propuestas sobre la base de diálogos y la búsqueda de acuerdos con otras fuerzas para aprobar las leyes; o termina derrotado. El riesgo en el que se está metiendo ahora el Gobierno es grande, porque está empezando a creer que lo importante no es que se aprueben las leyes, sino que quede claro de qué lado están los buenos, que son ellos, y de qué lado están los malos. Por ese motivo, frente a la durísima derrota legislativa, el propio presidente salió a plantear que esto era un triunfo maravilloso. Encerrarse en ese microclima, puede hacer perder más sentido de realidad a quien gobierna. Y eso es muy riesgoso para la estabilidad institucional del país.

La gobernabilidad en Argentina no es un problema de carácter institucional. Se trata de un asunto económico y social. No depende de la oposición, sino de las políticas que lleve adelante el Gobierno. Hay que tener claro que no es posible reunir altos niveles de legitimación social cuando se aplican políticas que profundizan la concentración del ingreso y el ajuste brutal

En ese marco, el Gobierno de Milei no tendrá margen para gobernar mediante decretos, porque el Congreso ya se habrá constituido en una pared institucional. Se van a chocar la cabeza contra la pared del Congreso. El camino que le quedará al oficialismo será el de los acuerdos. Si elige la vía de la confrontación, cosa que podría hacer, pondría en tensión la institucionalidad republicana.

-Ingresó en Diputados un pedido formal de juicio político. La iniciativa fue del exprecandidato a presidente Ramiro Eduardo Vasena. Anteriormente, el dirigente agropecuario Eduardo Buzzi también puso en relieve esta cuestión, al poner en duda el estado psíquico (“insania”) del presidente. De continuar con su intento de diluir en la práctica la división de poderes, ¿cuáles son los aspectos más susceptibles de ser vistos a través de la óptica y los requisitos del juicio político?

Rodríguez- Todo pedido de juicio político a un presidente democrático a dos meses de gobierno es poco serio y no debe ser siquiera considerado. Tal vez sus impulsores no comprendan que se constituyen en los principales victimizadores de Milei y de los libertarios. El camino es ponerle límites democráticos, no buscar echarlo. Si alguien quiere fortalecer a Milei, que intente hacerle un juicio político.

-Por último: la cuestión social, podríamos decir, corre a mayor velocidad de lo que sucede en el Congreso. Tarifas, servicios, productos de primera necesidad dan saltos contundentes todas las semanas mientras los ingresos están congelados. El dogma contra el déficit fiscal puede nublar la realidad material más inmediata. Se espera la apertura de sesiones para este viernes en un horario no convencional (21 horas). ¿Cree que hay un mensaje desafiante por parte de Milei al plantear su discurso en un horario tan propicio para las protestas y los cacerolazos?

Rodríguez- Lo más grave de la esfera social es la pérdida acelerada de la capacidad de compra de los salarios de la clase media, los trabajadores y los jubilados. De persistir esta tendencia, estaríamos frente a un riesgo social inminente. Durante enero cayeron las ventas en farmacias en el orden del 45 por ciento, por poner un ejemplo. Allí se ve el brutal ajuste de Milei. La sociedad argentina consume menos remedios y menos comida, bases de la subsistencia. La derecha suele hablar continuamente del déficit fiscal. Ahora: el único gobierno que logró equilibrio fiscal en la Argentina fue el peronismo (Duhalde-Lavagna y Kirchner-Lavagna lograron  poner las cuentas fiscales en orden). El equilibrio fiscal es importante, pero tampoco hay que pensar que se puede lograr en un marco de recesión y ajuste brutal.

Al punto de ser cuestionada por propios, Natalia de la Sota mantuvo coherencia en lo relativo a la industria, el agro, la educación y la cultura. Foto: Gentileza.

Sesiones ordinarias

Rodríguez expresó que  “el presidente tiene derecho a fijar el horario que mejor crea conveniente. Sí es cierto que en ese horario las familias están con mayor voluntad para expresarse. No hay que descartar que Milei enfrente un monumental cacerolazo”.

Federalismo

Sobre este punto, el exdiputado y director del Instituto Consenso Federal, dijo que “Milei le ha clavado un puñal en la espalda a la provincia de Córdoba. En Córdoba el 75 por ciento de los votantes lo eligió en ballotage. Lo cierto es que apenas asumido, el presidente intentó subir las retenciones a la industria y el agro. Milei no cumple con las obligaciones de asistencia a la provincia. Ahora, ha dado la orden de que no se ponga en marcha la Universidad Nacional de Río Tercero, consagrada por ley en 2023. Desde la recuperación democrática, Milei es el mandatario que mayor desprecio mostró por el federalismo”.

Oposición

“En la discusión por el proyecto de ley ómnibus hubo dos figuras que resaltaron por su coherencia y coraje, desde el principio hasta el final. Una de ellas es Natalia de la Sota, quien con sobriedad y mucha altura fijó una respetuosa y firme oposición a los intentos del Gobierno de Milei. El otro, un radical, Facundo Manes, que siguió el mismo camino para pensar el futuro”.