Murió el periodista y escritor Enrique Symns
El creador de la icónica revista "Cerdos y Peces" y monologuista de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota falleció a los 77 años. Fue pionero en inaugurar una nueva era del periodismo argentino durante el retorno a la democracia.
Nacido en Lanús en 1945, Symns se especializó en la cultura under y desarrolló un estilo más exacerbado del Nuevo Periodismo, conocido como "periodismo gonzo", al igual que el famoso periodista estadounidense Hunter Thompson. En 1983, fundó la revista Cerdos y Peces, una de las publicaciones más emblemáticas de la primavera democrática.
Symns trabajó como secretario de redacción de la revista El Porteño y luego se mudó a Brasil y Europa antes de regresar a Argentina para unirse a El Porteño nuevamente. Después de Cerdos y Peces, trabajó en el diario Sur y escribió para la revista La Maga en los años 90. En los primeros años de este siglo, se radicó en Chile y escribió para la revista The Clinic.
En 2003, Symns publicó su autobiografía, "El señor de los venenos", y también colaboró con varias publicaciones. Sus crónicas de Cerdos y Peces fueron recopiladas en el volumen "Invitación al abismo". Será recordado como un innovador del periodismo argentino y un defensor de la cultura under.
Además de su carrera en el periodismo, Symns fue un escritor prolífico con una amplia bibliografía que incluye obras como "La última canción" (una biografía de la banda chilena Los Tres), "Páez" (sobre Fito Páez), la antología "La vida es un bar", "En busca del asesino" y "Big Bad City". También escribió y firmó varios monólogos, incluyendo "Una noche perfecta", "La pecera envenenada", "Relatos de un hombre extraviado: 64 años bajo el sol" y "Una noche perfecta".
En años posteriores, Symns reflexionaría sobre su papel como periodista y admitiría que no debió acusar a otros, ya que su papel no era el de un juez o policía, sino el de un periodista que reconstruye escenas y antropólogo de la vida cotidiana. Criticaría el hecho de que muchos periodistas actuales se comportan como policías, jueces y espías, violando la intimidad de aquellos que critican y acusando a sus enemigos.