En una jornada organizada por la Asociación Empresaria Argentina (AEA) para celebrar sus 20 años, Paolo Rocca, dueño del grupo Techint, se refirió a la polémica que terminó con la salida del gabinete nacional de uno de los ministros más leales al presidente Alberto Fernández: Matías Kulfas.

“No hubo ni un hecho de corrupción ni un direccionamiento del pliego”, se defendió el veterano empresario tras las versiones cercanas al ex ministro de Desarrollo Productivo que indicaban que la licitación de la provisión de tubos para el gasoducto Néstor Kirchner, que organizó la empresa estatal Enarsa -en manos del cristinista Agustín Gerez- había sido “a medida de Techint”. 

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En tanto, el CEO de Techint prefirió no responder las críticas de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner a que su grupo, por importar la chapa para los tubos desde Brasil en lugar de fabricarlos en la Argentina, donde hasta ahora no habría líneas de producción para elaborarla, según expertos.

La escalada en la interna del Frente de Todos se dio cuando Cristina Fernández lo mandó al presidente a "usar la lapicera" en el acto por los cien años de YPF. Foto Archivo

“El pliego para comprar el tubo es técnicamente indiscutible. El Gobierno hizo lo que tenía que hacer, pero los tiempos para llegar al invierno de 2023 (con la obra terminada) han sido muy cortos. Ni los chinos ni nadie pudieron llegar a hacer una oferta consistente. Tenaris (la fabricante de tubos de Techint), que es la líder en el mundo, llegó forzando la cadena para hacer una oferta. Ieasa (antiguo nombre de la rebautizada Enarsa) se encontró con un oferente. Podría haber olvidado la licitación, pero la hizo. No hubo ni hecho de corrupción ni direccionamiento del pliego", se defendió.

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El empresario agregó que "Puede que no simpatice con parte de la ideología (de este Gobierno), pero hicieron las cosas bien. Pero el sentido común se fue perdiendo en la grieta”, sostuvo en una crítica por elevación y sin nombrarlo a  Kulfas. “No confundamos espesor con diámetro, milímetros con pulgadas”, sostuvo Rocca.

Por otro lado, el dueño del grupo Techint, un aliado de las gestiones de Néstor y Cristina Kirchner años atrás, advirtió que si continúa el “atraso” en la construcción del gasoducto, es “muy probable” que en lugar de llegar al invierno de 2023 con gas argentino a US$ 4 el millón de BTU (unidad de medida), se deberá seguir importándolo a 28.

Kulfas en su última actividad oficial, el viernes pasado. Foto: La Voz

Rocca subrayó que Techint deberá producir más de 500 kilómetros de caños, que deberán instalarse desde agosto próximo. “Construir todo esto es una tarea compleja. Tenaris logró hacerla. Vaca Muerta debe ser una política de Estado. Tiene que haber un acuerdo de base. Así no se puede", se quejó el empresario.

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Luego el CEO agregó: "Si queremos hacer un planta de GNL (gas natural licuado, el que se embarca y se podría enviar a una Europa que ya no quiere gas ruso), hacer planta de fertilizantes, enviar petróleo y gas al mundo, a Occidente, debemos construir políticas de Estado, preparar una ley hidrocarburos para grandes proyectos, dar seguridad, atraer inmensa inversión privada. No hubo corrupción ni direccionamiento -reiteró-. Hay un sentido común que debería prevalecer. 2500 millones o 3000 millones de dólares (de importaciones de gas) es la diferencia entre llegar o no al invierno en invierno del 23.”

Fuente: eldiarioar.com