La Dirección Nacional Electoral (DINE) y el Correo Argentino se encuentran inmersos en una titánica operación logística con el objetivo de asegurar el éxito de las PASO que se llevarán a cabo este domingo en todo el país. Esto implica la distribución de más de 16 mil vehículos que transportarán cerca de 106 mil urnas a 17 mil locales habilitados, abarcando desde remotos parajes montañosos hasta recónditos rincones fluviales.

Marcos Schiavi, titular de la DINE, señaló que aunque las elecciones legislativas del 2021 presentaron desafíos debido a la pandemia, las PASO de este año se perfilan aún más intrincadas debido a la multiplicidad de categorías a contar y a las intensas competencias internas en cada fuerza política. Desde la sede del Correo Argentino en el Mercado Central, Schiavi destacó la envergadura del esfuerzo necesario para llevar a cabo esta logística.

En un plazo de menos de 48 horas, todo el material deberá ser repartido de manera eficiente, permitiendo que los 35.403.178 electores habilitados en todo el territorio nacional puedan ejercer su voto en los respectivos locales de comicios asignados.

Solo en la provincia de Buenos Aires, el distrito más poblado de Argentina, se distribuirán alrededor de 38.074 urnas en 6.629 establecimientos, atendiendo a los 13.115.144 electores habilitados. Además, en 484 locales se dispondrán mesas exclusivas para votantes extranjeros.

En Córdoba, la dinámica es similar: se habilitarán 1.488 edificios escolares, tanto estatales como privados, con 9.088 mesas dispuestas para las PASO 2023 en toda la provincia.

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La travesía de las urnas hasta las ubicaciones más remotas del país involucra diversos medios de transporte. Según informó el Correo Argentino, 15 lanchas navegarán por los ríos para asegurar la entrega en cada destino. Adicionalmente, se llevará a cabo un esfuerzo excepcional para llevar las urnas a través de las montañas, con la colaboración de 60 mulas.

En la búsqueda de mayor eficiencia y seguridad, el Correo Argentino implementó un sistema de trazabilidad del material y documentación electoral. Cada urna es rastreada desde su salida del centro operativo hasta su llegada a cada mesa electoral, garantizando un control minucioso y fortaleciendo la integridad del proceso. Esta vigilancia se mantiene incluso después de que las urnas son retiradas de los locales de votación, lo que constituye un avance sustancial en la seguridad del proceso electoral.

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La magnitud de esta tarea no pasa desapercibida para los responsables de su ejecución. Según expresó Aballay, un representante del equipo involucrado, los ciudadanos viven el día de la elección, pero para ellos, el trabajo es solo el primer paso en la preparación para los próximos desafíos electorales de octubre.