Pobreza infantil: sin intervención del Estado, la indigencia habría llegado al 27 por ciento
Desde el Observatorio de la Deuda Social de Argentina remarcan además que, por el proceso inflacionario, los hijos de trabajadores pertenecientes a la clase media, han visto deteriorado su nivel de vida y deben acudir a comedores escolares o comunitarios.
Un nuevo informe realizado por el Observatorio de la Deuda Social de Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), denominado Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, estimó que 6 de cada 10 niños y adolescentes del país son pobres.
De acuerdo a lo publicado, en el capítulo dedicado a la “Subsistencia”, queda establecido que en el segmento etario de 0 a 17 años, un 61,6% (8,2 millones) es pobre y el 13,1% (1,6 millones) indigente.
Al respecto, Ianina Tuñón encargada del área niñez de la Universidad Católica Argentina (UCA) y una de las responsables del estudio, remarcó que “lo novedoso de este informe es el deterioro de los niños de clase media".
Dijo que "progresivamente a partir de la pandemia han comenzado a ser beneficiarios de ayudas alimentarias en espacios escolares y comunitarios y de transferencia de ingresos, cuando antes no eran beneficiarios”.
En diálogo con el programa “Alta Mañana” por radio Universidad, sostuvo que “son hijos de trabajadores que trabajan todos los días entre 8 y 9 horas, pero cuyos ingresos en el medio de un contexto inflacionario, los hace estar por debajo de la línea de pobreza y tener que recurrir a estas estrategias de sobrevivencia como las alimentarias”.
El aspecto del aumento desmedido en los precios de alimentos, es central a la hora del análisis de la situación. “Es una llamada de alerta en el sentido de que hay más población infantil que requiere estos servicios”, aseguró Tuñón.
No obstante, resaltó la importancia de la protección estatal ante esta realidad. “El incremento de la protección social es muy relevante y ha logrado sostener y contener los niveles de indigencia y pobreza”, dijo.
En esa dirección se preguntó qué ocurriría si no se hubiesen incrementado las política estatales, a lo que afirmó: “Tendríamos niveles de indigencia del 27 por ciento en la niñez”.
A pesar de la gravedad de la situación, Tuñón recordó que “los indicadores de pobreza e indigencia están contenidos. La serie muestra que estamos en valores levemente inferiores a la pre pandemia" y agregó que “los indicadores en general son estructurales, se han mantenido a lo largo del tiempo”.
Paralelamente y más allá de los indicadores económicos y de ingresos, hay otros que también funcionan como condicionantes y hacen que los niños crezcan con mucho malestar psicológico, como son las cuestiones de hacinamiento, o la falta de juegos o lectura de cuentos por parte de sus progenitores.
“Son situaciones que generan contextos violentos y que en el contexto de la pandemia se incrementaron mucho”, señaló.
En esa dirección expresó que “la gran mayoría de los chicos, más del 50%, no hacen actividades físicas y deportivas extraescolares, lo que es muy importante desde el punto de vista de la salud como desde la socialización”.
Referido a ese aspecto en particular, sostuvo que “en el último año hubo una mejora significativa con respecto a la pre pandemia”. Al indagar sobre el porqué de la mejora, reconoció que hay un programa del Estado nacional, “denominado `Hay equipo´ por el cual se le paga al club por la actividad física de niños y niñas beneficiarias de la AUH”.
La encuesta releva grandes aglomerados urbanos y sus zonas metropolitanas, por lo que muestra indicadores de ciudades de más de 80 mil habitantes. La muestra que tomó la Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA) fue realizada en 2022 a 4.816 niños, niñas y adolescentes de 0 a 17 años. Respecto al margen de error se informó un +/- 1,4%, con una estimación de una proporción poblacional del 50% y un nivel de confianza del 95%.
Tuñón afirmó que en general, “los niños de la Ciudad de Buenos Aires son los más privilegiados en relación al resto del interior del país”, una asimetría que no es en el único campo donde se registra.
En materia de pobreza infantil, “la mayor cantidad de niños afectados está concentrada en las principales ciudades del interior, como las Áreas metropolitanas del Gran Buenos Aires, Gran Córdoba, Gran Rosario y Gran Tucumán, que tienen complicaciones más importantes”, concluyó Tuñón.