Río Paraná, por debajo del nivel cero: el punto más bajo del siglo XXI
A la altura de Rosario, se registró una marca de -0,43 metros, cuando lo habitual es de 3,5 metros.
El río Paraná volvió a bajar en el puerto de la ciudad de Santa Fe. El martes se registró una baja de 7 centímetros, y quedó 22 centímetros por debajo del cero en la referencia utilizada para medir su altura, informó Prefectura Naval Argentina.
Con esa marca, el Paraná llega en la estación fluvial santafesina a valores históricos, ya que se trata de la más baja en lo que va de este siglo y para hallar valores inferiores hay que remitirse a décadas atrás.
Desde el 1 de enero pasado el caudal de agua del Paraná perdió 58 centímetros, porque en el día que dio inicio al año su nivel estaba en 36 centímetros, detalla Página/12.
Además, las perspectivas no son alentadoras, pues en su último informe, el Instituto Nacional del Agua (INA) indicó que "prevalece una condición general de disminución de los caudales entrantes al tramo argentino del río Paraná" y adelantó que "los niveles fluviales continuarán en la franja de aguas bajas".
El INA añadió en ese trabajo que "la tendencia climática al 31 de marzo de 2022 es desfavorable".
La bajante del Paraná y la del río Salado, sumado a la falta de lluvias, viene repercutiendo en el sistema de lagunas de la región, donde se secaron las lagunas: Juan de Garay (en la ciudad de Santo Tomé), la de la localidad de Laguna Paiva y la Añapiré, situada en la localidad de Campo Andino.
Según los expertos, la falta de lluvias en la cuenca alta del río, en Brasil, explica este fenómeno que transita su tercer año de duración, porque el Paraná comenzó a perder caudal en agosto de 2019. La bajante histórica ocurre en medio de una ola de calor intensa que golpea a casi todo el país y tensiona al máximo la infraestructura de captación de agua dulce para potabilizar. A pesar de la sincronía temporal, para Carlos Ramonell, geólogo e investigador de la Universidad Nacional del Litoral, ambos eventos no tienen relación directa: “No hay elementos científicos ciertos para vincular este extremo de bajante con la ola de calor que estamos experimentando”, dijo a La Nación.
En cuanto a la laguna Setúbal, situada en la ciudad de Santa Fe, el bajo nivel del agua compromete la subsistencia de peces y tortugas, por lo que grupos de personas cavaron canales para que esos animales puedan llegar al canal principal.
La marca de este año es la séptima más baja de la historia del Paraná
1) 1944: - 1,04 metros
2) 1916: - 0,74 metros
3) 1917: - 0,44 metros
4) 1911: - 0,39 metros
5) 1925: - 0,30 metros
6) 1945: - 0,28 metros
7) 1924: - 0,22 metros
7) 2022: - 0,22 metros
9) 1949: - 0,20 metros
10) 2021: - 0,19 metros