Empezó un nuevo año y venció la resolución del congelamiento de dietas que caducó con el último minuto de 2024. Por eso los senadores nacionales iban a tener un incremento para cobrar unos $ 9,5 millones en bruto por enero.

Sin embargo, la vicepresidenta Victoria Villaruel llegó a un acuerdo y prorrogó la decisión de mantener fijos los sueldos antes de que se haga la liquidación, a mediados de mes.

El aumento es automático porque el salario de los legisladores se fijó en 2.500 módulos -el sistema empleado para determinar los sueldos de los trabajadores del Congreso- más 1.000 módulos por gastos de representación y 500 por desarraigo.

Durante el año el módulo fue aumentando su valor, pero por el congelamiento que habían aprobado, los senadores no percibieron aumentos. Ahora que vencía la resolución, la dieta se calculaba otra vez sobre los módulos actualizados y eso implicaba un fuerte incremento.

Cruces entre la Rosada, Villarruel y los bloques

El tema genera polémica hace algunas semanas, cuando trascendió la noticia. La Casa Rosada presiona desde entonces y los bloques del PRO, La Libertad Avanza, la UCR y los federales de Provincias Unidas le pidieron a la vicepresidenta Victoria Villarruel que extienda la suspensión de los aumentos por vía administrativa. Es decir que, como titular de la Cámara, firme ella una nueva resolución.

Pero Villarruel -que insistió con que el tema debía votarse en el recinto- se niega a decidir ella por todo el cuerpo y en cambio exige que se vote en sesión. 
El gobierno ha logrado mayoría en diversos temas por lo que, si todos los senadores de los bloques que han solicitado la prórroga votasen en tal sentido, no sería necesario lograr un acuerdo con el interbloque de Unión por la Patria (33 senadores).

Villarruel quería, de hecho, que el tema se vote en la misma sesión que expulsaron al senador peronista detenido en Paraguay Edgardo Kueider, pero ninguna bancada quiso y si se convocase ahora a una sesión, tan pronto se reúna el quórum se corre el riesgo de que se trate de incorporar a su reemplazante, lo que le daría un voto más a Unión por la Patria.

Las dietas, en el ojo de la tormenta

Desde 2011 hasta 2024, los incrementos de los legisladores iban atados a la paritaria legislativa. A principio de año les iba a tocar un 30%. El problema surgió cuando por pedido del presidente Milei, los titulares de ambas cámaras, Martín Menem y Villarruel, dieron marcha atrás y les dejaron congelados los sueldos.

Semanas después, los senadores votaron en una polémica sesión un proyecto en el que se cuadruplicaron los sueldos, de $ 1,9 millones a casi $ 8 millones brutos (un poco menos de bolsillo).

Después de eso no percibieron ningún aumento más. El problema es que quedaron desenganchados de los aumentos automáticos de las paritarias de legislativos y cada incremento, que antes pasaba desapercibido, se volvió un momento de tensión para el cuerpo.