Atenas lo ganó con el tiro del final
Venció a Comunicaciones por 87 a 86 en el Cerutti en un epílogo para el infarto. El domingo juega el clásico ante la Gloria.
Si no es sufriendo, no vale. Nuevamente en los últimos segundos del partido Atenas se quedó con un triunfo sumamente importante para mantener viva la ilusión de recuperación y superación. Derrotó a Comunicaciones por 87-86 y sumó por primera vez en la temporada dos victorias seguidas.
Concentrado y bien metido, así es como jugó Atenas una primera mitad en la que si bien no tuvo todas consigo, supo cómo jugar y hacer la diferencia. Padeció un poco la falta de su cerco defensivo a metros de su cesto, pero en ofensiva apostó al hombre que hacía la diferencia: Nicolás Romano.
El ala pivote dominó de afuera hacia adentro. Fue efectivo y la rueda de auxilio en todo momento. Completó la mitad con 25 de valoración (17 puntos y 5 rebotes), una muestra clara de que era la pieza clave entre los de Osvaldo Arduh. Por supuesto que el resto del trabajo fue colectivamente intenso, y en eso se terminó basando el equipo para quedarse con la mitad por 45-43.
En Comunicaciones, la falta de juego interior por las ausencias de Robert Battle y Matías Bortolín generó que la bola circulara por el perímetro; y allí Miguel Gerlero y Novar Gadson dieron la cara combinándose para 22 puntos (10 y 12 respectivamente).
Después del descanso largo el Verde corrió casi siempre de atrás. Sus principales problemas pasaron por la defensa en la primera línea, sobre la que Kile Davis (10 en el cuarto) y Selen Safar (9) trabajaron con comodidad e hicieron la diferencia. No obstante, con el tiro de tres puntos el elenco local se mantuvo siempre en juego y encontró en las manos de Bruno Barovero puntos (7) y aire de cambio para meterse en los últimos diez minutos 70-71 luego de haber estado en desventaja por 9 (61-52).
El último cuarto fue un sube y baja de rendimiento basquetbolístico y anímico. Comunicaciones dominó en los primeros seis minutos, Atenas se puso a tiro en los cuatro restantes y terminó siendo un partidazo, con final incierto y electrizante. No apto para cardíacos. Y el griego, una vez más, se quedó con el triunfo en Córdoba por 87-86 para mantener viva la llama de la ilusión.