Día del Trabajador Sanitarista: conocé la labor de quienes permiten que el agua potable llegue a tu casa
Un grupo de ex y actuales colaboradores de Aguas Cordobesas, la empresa encargada de gestionar y distribuir este recurso por la ciudad de Córdoba, cuenta su experiencia en la prestación del servicio.
El 15 de mayo de 1874, se colocó la piedra fundamental del Establecimiento Recoleta, la primera planta purificadora de agua de América, quedando inaugurado oficialmente el proyecto de ampliación de las obras de salubridad de Buenos Aires.
Esta obra fue fundamental para la historia de nuestro país, que había sido devastado por la epidemia de la fiebre amarilla, la cual ocasionó la pérdida del 8 por ciento de la población y puso en agenda la importancia de la gestión del agua para el desarrollo de la vida en la ciudad.
Rescatando el significado y la trascendencia de estos acontecimientos, todos los años en esta fecha se celebra el Día del Sanitarista, para rendir homenaje a todas las personas que tienen como oficio hacer posible que el recurso más esencial para la vida esté presente en cada hogar y en cada actividad que desarrollan los humanos.
La sanidad en Córdoba
En la ciudad de Córdoba, es Aguas Cordobesas la encargada de gestionar y distribuir el agua potable. En ese marco, son cerca de 500 los colaboradores de la empresa que están comprometidos con la prestación del servicio y hacen posible la producción de más de 178 millones de metros cúbicos anuales que abastecen al 99 por ciento de la capital provincial.
También mantienen más de 4.300 kilómetros de red para llegar a cada rincón, gestionan 28 estaciones elevadoras de presión, realizan unos 4.000 análisis de calidad mensuales, incorporan tecnología y automatización de procesos para eficientizar recursos, atienden de forma personalizada y por múltiples canales a los clientes durante las 24 horas y llegan a más de 18.000 personas con los programas de responsabilidad social empresaria.
El desarrollo del servicio fue acompañando el crecimiento de la ciudad. Todo este recorrido podés consultarlo en el libro “”, que es de acceso libre y gratuito. Allí también encontrarás de primera mano el testimonio de colaboradores que pasaron por Obras Sanitarias de la Nación, la empresa provincial de servicio y, luego, Aguas Cordobesas.
En primera persona
Arturo Rivero tiene una trayectoria de 44 años en el rubro y asegura que entendió siempre la importancia y la trascendencia de su labor: “Les decía a mis equipos que de nuestro trabajo dependía la salud de los cordobeses -en los que también estaban los integrantes de nuestras familias-, quienes tenían que dormir tranquilos sabiendo que el agua que tomaban de las canillas de sus casas era segura”.
Alberto Juncos, que ingresó a los 18 años en las empresas relacionadas con la provisión de agua en Córdoba, contó que en los inicios los registros de la red eran todos manuales: “Un gran plano enorme, dividido en planchetas, que dibujábamos con cera sobre tela y del que todavía están los originales que pude rescatar”.
“Lo positivo de la privatización fue que en muy poco tiempo se dio vuelta el servicio: por primera vez contaban con una previsión, con caños de repuesto para cubrir emergencias, mantenimiento, cambio de válvulas y hasta búsqueda de fugas”, expresó Oscar Oggero, quien ingresó a EPOS a principios de la década del 80.
Finalmente, Rafael Pucheta, quien trabajó en DIPAS, en DAS y actualmente es jefe del área de cañería maestra de Aguas Cordobesas, contó: “En 1997, cuando pasé a la privada, mi mujer me dijo que tenía dos esposas, porque también me casé con Aguas Cordobesas”. “Tiene razón, porque es un trabajo que opera las 24 horas, los 365 días del año”, cerró.
Aguas Cordobesas saluda en su día a todos los colaboradores que trabajan diariamente para llevar vida a cada hogar y construir una ciudad mejor. Para mantenerte al tanto de las novedades, seguí a la empresa en sus redes sociales: - -