Así funcionan los inhibidores y clonadores de señal para robarte el auto
Esta modalidad delictiva se registró por primera vez en Córdoba.
La modalidad es siempre parecida, el delincuente se hace el distraído, acciona el aparato e interrumpe la señal que va del control remoto de la alarma al auto. El dueño del vehículo se va creyendo que lo cerró. En pocos minutos el ladrón ingresa al coche, roba todo lo que puede, cierra la puerta y se va y eso es justamente lo que aprovechan los delincuentes.
Los ladrones esperan pacientemente en estacionamientos de shoppings, supermercados o estaciones de servicio, "Es una modalidad que empezó a verse primero en la provincia de Córdoba. Estacionan y se bajan corriendo y cierran el coche a distancia. Casi nunca revisan si se cerró correctamente.
La forma más sencilla para interferir con una frecuencia es anularla. En casos más sofisticados, los malvivientes pueden usar herramientas y dispositivos creados para testeos de seguridad para vulnerar distintas medidas de seguridad.
Los ladrones suelen estar a unos 40 o 50 metros de distancia del objetivo que marcaron para robar. No necesitan estar más cerca ya que el dispositivo funciona a distancia. Eso también dificulta la posibilidad de advertir su presencia.
Lo que hace el ladrón es modificar la frecuencia del aparato para "empatarla" con la de las alarmas. Ese "ancho de banda" es internacional y se difunde rápidamente en el mundo de la delincuencia.
A veces usan dispositivos que arman artesanalmente y muchas veces utilizan los handys, que son de venta libre y económicos. Esos dispositivos tienen un rango de frecuencia permitido por el ENACOM, que es el ente regulador.
Si bien existe un número estimado de denuncias, se cree que es muy inferior a la realidad; como suele suceder con muchos otros delitos la gente opta por no denunciarlo. Además, como el auto no está forzado muchas veces la gente no entiende qué es lo que pasó y no se acercan a la comisaría a hacer la denuncia.
"Pandora", el inhibidor que usan para robar autos
Pandora es una marca rusa de equipamientos de seguridad y alarmas para autos. De hecho, entre los elementos que ofrece se encuentra un dispositivo que puede almacenar un gran número de códigos de seguridad de vehículos de alta gama, tal como si se tratara de una llave maestra para abrir autos.
El dispositivo es un poco más grande que un sobre de azúcar y pesa menos de 30 gramos, por ello es fácil de ocultar. Según el portal 0221 su importación es ilegal, pero se puede conseguir a través de sitios web por una suma que va desde los 1.800 a los 3.600 euros.