Del Buono, el Gardel de los navegantes
Hoy Jorge Del Buono cumplió 78 años y se instituyó el Día del Navegante de Rally en un fin de semana a todo automovilismo para Villa Carlos Paz, epicentro de una gran fiesta el sábado a la noche y el desfile de las Leyendas del Rally en el mediodía de hoy por las calles de la perla del Valle de Punilla.
Fue una noche plagada de recuerdos y emociones, donde se presentó el Lancia Delta con el que Jorge Recalde y Jorge Del Buono ganaron el Rally Argentina 1988, constituyéndose en un hito para la historia de la actividad ya que fue la primera vez que un binomio argentino y americano ganará un Rally Internacional. A esto hay que sumar la instauración del Día del Navegante de Rally, en consonancia con el cumpleaños 78 de Jorge Del Buono, algo que fue presentado a la Cámara de Diputados y en poco tiempo más será ley nacional.
Todo se inició con una conferencia de prensa, donde Del Buono repasó la historia del Lancia Delta y su triunfo en Córdoba en el 1988, con un video que recrea aquella competencia y la coronación en el Estadio Mario Alberto Kempes, que estaba repleto de gente.
En dialogo con www.cba24n.com.ar Jorge Del Buono comentó que “es una emoción muy grande, jamás voy a olvidar esta noche, donde junto a amigos y amantes del rally pudimos concretar esta fiesta”. Al consultarlo sobre los momentos más gratos vividos en su vida junto al rally destacó que “además de la victoria de 1988 en Córdoba, también recuerdo los logros con Gustavo Trelles y Jorge Recalde, a quien le costaba hablar pero arriba del auto disfrute de su manejo durante diez años, fue un piloto sensacional que marcó una época dentro del automovilismo nacional e internacional”.
“También recuerdo que estuve a punto de ser el navegante de Carlos Reutemann en el Rally Argentina. Finalmente, el Director Deportivo de Fiat Giorgo Pianta se negó porque dijo que éramos dos debutantes en un auto como el Fiat 131 Abarth. Agradezco a mi familia y a todos ustedes por este fin de semana inolvidable”, finalizó un Del Buono a quien las lágrimas de su rostro eran un fiel reflejo de lo vivenciado esa noche.
Hablar de Jorge Del Buono es transitar todas las rutas del automovilismo, aunque él nunca se haya puesto al volante de un coche de carrera y, a partir de hoy, es el Gardel de los Navegantes.