Fiat presenta el Fiat 500e Gelateria, un pequeño concepto único e ingenioso con volante a la derecha para las heladerías inglesas. Una solución original para evitar las restricciones de tráfico que aumentarán en los próximos años en Reino Unido.

Cuando piensas en utilidad, el Fiat 500 es probablemente el último vehículo que te viene a la mente. Sin embargo, la marca de Turín, se ha comprometido a transformar el pequeño 500e en un utilitario ultraligero y ecológico para los helados. Un concepto ambientado en las calles británicas cuyo acceso será cada vez más difícil para las heladerías debido a las restricciones de tráfico.

El Fiat 500e Gelateria presume de ser la heladería más pequeña del mundo. Hay que decir que parece difícil ser más compacto que el Cabriolet número 500 ya que sólo mide 3,63 m de largo, 1,68 m de ancho y 1,53 m de alto. Una compacidad que no supone un problema para los heladeros, ya que el pequeño italiano podría servir unos 300 helados al día gracias a una distribución en línea recta.

Se han quitado los asientos del pasajero y trasero para que el camarero pueda moverse libremente dentro del coche, las bandejas de helado están montadas encima de un mueble a medida que contiene dos congeladores (30 litros de helado alimentados por batería), así como así como complementos como conos, papeleras, cucharas e incluso tumbonas para los clientes.

Una vez abierta la capota, el delicioso toldo de estilo retro se puede levantar para dar sombra al heladero. Esta pequeña furgoneta descapotable no olvida el imprescindible timbre para atraer a los clientes cuando hace calor. Tiene una autonomía teórica de 320 km, posee una batería de 42 kWh, suficiente para aguantar todo el día sin recargar hojeando los lugares favoritos de los turistas que necesitan delicias heladas. 

Un enfoque que se puede encontrar tanto en el interior como en el exterior de esta Gelateria número 500, que se distingue por una insignia de Gelateria de bronce situada en el baul y en los guardabarros. El concepto , se beneficia con una exclusiva librea bicolor crema y azul claro, con sus llantas de radios a juego, que evocan el espíritu de la heladería italiana de los años 50, también en el habitáculo del coche urbano transformado en un micro punto de venta ambulante. 

El guardabarros, que hereda esta tonalidad crema, luce también una estilizada insignia “Gelateria” en color bronce. El asiento del conductor, acolchado según el fabricante, se beneficia finalmente de un distintivo tratamiento bitono. Fiat incluso llegó a crear un nuevo sabor inspirado en el inimitable helado italiano, elaborado con ingredientes de café, chocolate y leche de avena.