Hackean estaciones de servicio en Estados Unidos para tener combustible gratis
Los piratas informáticos manipulan los surtidores y los sistemas de pago, además, roban a granel los tanques subterráneos de almacenamiento.
Cuando uno ve los precios del combustible en Estados Unidos desde la óptica Argentina pueden parecernos un regalo, pero el caso es que también allí se han disparado desde marzo y alcanzaron máximos históricos una y otra vez en los últimos meses. La solución de algunos: hackear el surtidor.
Los hackers se aprovechan de los surtidores anticuados porque dependen de fabricantes que no emplean protecciones de seguridad, además, tampoco están estandarizados. Estos 'retrasos tecnológicos' provocan que los piratas informáticos adquieran combustibles a través de Internet.
Aunque no existe una métrica oficial para medir esta tendencia, uno de cada cuatro propietarios de gasolineras afirma que los robos de combustible han aumentado desde marzo.
Ya han sido detenidas al menos a 22 personas en todo el país por manipular digitalmente los ordenadores que gestionan los surtidores de combustibles o por instalar dispositivos caseros para repostar más combustible del pagado.
La mayoría de las gasolineras estadounidenses utilizan surtidores de dos fabricantes: Wayne Fueling Systems o Gilbarco Veeder-Root. Con lo cual las mayoría de robos son utilizando dos métodos, uno para cada tipo de surtidor. El primero es usar un mando a control remoto, pensado para que los propietarios accedan a ellos con facilidad. Tienen un código, pero casi nunca se cambia y se mantiene el que viene por defecto. Y esos mandos pueden comprarse en Internet con facilidad.
El segundo método, engaña al surtidor para que dispense más gasolina de la que se indica. Los ladrones utilizan dispositivos caseros, que pueden fabricarse con piezas de ferretería, para ralentizar el pulsador y que sólo registre una fracción del gas que dispensa. Para instalarlo es necesario abrir el panel del surtidor, pero como están con una llave estándar, no es problema.