No importó la hora, el día, ni la baja temperatura. Era una ocasión para que el festejo pudiera salir de las cuatro paredes de alguna habitación. 

Es que Argentina ganó, por segunda vez en su historia, la Copa América, y todo ameritaba celebración. 

Miles de personas se congregaron a la madrugada, culminado el que parecía un eterno partido de fútbol, en el centro de la ciudad de Córdoba. ¿La sede? Como es habitual: inmediaciones del Patio Olmos.

Gentileza: José Hormaeche.

La temperatura bajo cero parecía desvanecerse por la pasión de los hinchas. Cánticos, saltos, banderas celestes y blancas, humo de parrillas que vendían choripanes, eran parte de la fiesta.

Nada parecía indicar que era un domingo de julio a la madrugada. 

Todo parecía indicar que el ex Racing, Lautaro Martínez, tras un pase de Lo Celso, había hecho el único gol del partido frente a Colombia y que Argentina se convertía en Bicampeón.

Gentileza: José Hormaeche.

El inicio del partido y el partido se estiraron. El primero, por incidentes y violencia por parte de la policía y seguridad del Hard Rock Stadium de Miami. El segundo, por la falta de definiciones. El 0 a 0 llevó a tiempo suplementario que culminó en horas de la madrugada.

Gentileza: José Hormaeche.

Fue un partido inolvidable, sí. No solo porque el conjunto nacional se consagró campeón por segunda vez consecutiva sino porque lo hizo en la noche en la que se despidió Ángel Di María de la Selección.

Gentileza: José Hormaeche.