El Servicio Penitenciario informó que el miércoles de esta semana por orden de la fiscalía del Distrito 1, Turno 1, tres agentes de la fuerza quedaron detenidos a disposición de la Justicia.

Se trata del oficial subadjutor auxiliar Ángel Fernando Monserrat, con 3 años y 6 meses de antigüedad; el adjutor Leandro Nicolás Agüero, con 10 años y seis meses y el subadjutor auxiliar Darío Luis Cortez.

Los detenidos forman parte de la causa originada a mediados de julio, cuando en un operativo de seguridad, control y requisa a personal penitenciario, ordenado por la dirección General de Seguridad del SPC, se secuestraron aparatos de telefonía celular que intentaban ingresar empleadas penitenciarias al Complejo Carcelario N°01 Rvdo. Padre Francisco Luchesse.

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Detienen a dos empleadas que intentaban ingresar celulares a la cárcel de Bouwer

¿Avances genuinos?

Lo que no puede dejar de observarse es que en los días que corren, con frecuencia vemos  crónicas con funcionarios presos, algo que antes no ocurría.

Consultamos con el periodista  Adolfo Ruiz, que advierte que lo que mejor conoce son cuestiones del servicio penitenciario, ya que las detenciones entre las fuerzas de seguridad por estos días van mucho más allá del SPC.

Su primera impresión es que se está poniendo "una mirada minuciosa sobre las denuncias: antes o se cajoneaban en el tribunal de conducta, o no prosperaban en la justicia o estaban dispersas entre diversas fiscalías”.

Ruiz señala que actualmente “la fiscalía de Delitos Complejos que conduce el fiscal Gavier funciona como un atractor de las causas y tiene un equipo que trabaja como no se lo había hecho nunca antes”.

La afirmación pública del Fiscal Gavier: “nunca me pusieron límites”, puede interpretarse como una frase de circunstancia, obligada para un funcionario público. Sin embargo el periodista percibe que debe reconocerse que “se está avanzando como nunca antes y se ve voluntad de avanzar: se llevaron puesta toda la cúpula, todos los cargos mas altos, los que salían en las fotos con los funcionarios, que se codeaban con el gabinete, con el gobernador".

Sobre esa base, Ruiz estima que “si a esos se los pudo tocar, es razonable suponer que la investigación avanzará para abajo y para los costados. Sacar la cúpula, ayuda a eliminar los frenos internos, que habían funcionado muy bien hasta ahora. Y la fiscalía está concentrada en recabar testimonios”.

“Celumendudeo”

En este caso particular, como se reseña más arriba, la cuestión se remonta al episodio en que una enfermera con complicidad de una empleada de custodia intentó ingresar celulares en la cárcel.

“El ‘celumenudeo’ es tan frecuente como el narcomenudeo. Estas nuevas detenciones se vinculan con confesiones que realizó la empleada de la custodia, probablemente para obtener beneficios en su propia situación procesal” afirma Ruiz.

En este punto, puede especularse con que han quedado detenidos tres funcionarios de no muy alto rango. Cinco personas comprometidas por un par de celulares “transados”, parece demasiada organización para premio escaso. 

Aun cuando los celulares se cotizan a muy buen precio y tal vez por eso, sería razonable imaginar que el “celumenudeo” es tan activo como el tráfico de sustancias entre las organizaciones delictivas que operan en las cárceles.