"Sanadores egipcios": el líder de la secta fue procesado por abuso sexual y trata de personas
A Álvaro Juan Aparicio Díaz y su esposa, Carolina Cannes, también les dictaron la prisión preventiva. Otras nueve personas, que originalmente habían sido detenidas, son consideradas víctimas de la pareja. Los acusan de haberlos captado para explotarlos en un campo en la comuna de San Lorenzo.
El juzgado Federal 3, a cargo de Miguel Hugo Vaca Narvaja, dispuso el procesamiento y la prisión preventiva del líder de la secta de los “Sanadores egipcios”, Álvaro Juan Aparicio Díaz por abuso sexual con acceso carnal y trata de personas con fines de explotación laboral y económica, reducción a la servidumbre y asociación ilícita, y de su esposa, Carolina Canes, a quien se la acusa solo de ser cómplice en las técnicas de sometimiento y captación de víctimas.
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No obstante, desde el juzgado admiten que la causa estaría en condiciones de ser elevada a juicio, aunque aún faltan una serie de pericias pedidas, las que pueden ser apeladas por la defensa y ser revisada por la Cámara Federal, tras lo que el camino quedaría allanado para llevar a los acusados a juicio.
Vaca Narvaja admitió que las otras nueve personas, que en un principio estuvieron involucradas y detenidas, fueron sobreseídas y liberadas, porque son consideradas víctimas de la pareja acusada. “Tiene que ver con la conformación de las sectas, cómo fueron captadas y condicionadas por el líder de la secta”, señaló.
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“La figura de trata contempla esta posibilidad de la víctima, en la que su consentimiento no puede ser admitido de ninguna manera, porque se considera que no es libre” para deciidir, porque “se encuentra coaccionada”, remarcó Vca Narvaja.
El magistrado señaló en diálogo con el programa “Ponete al día” por radio Universidad, que las personas captadas “tienen unas defensas psicológicas bajas, y esto es lo que perciben estos líderes de sectas, con lo que logran sus objetivos”.
En ese sentido, sostuvo que los autores identifican “las técnicas de trata y sometimiento”, que hacen que obedezcan de manera casi ciega “a un líder”, para llevar adelante acciones que tiene que ver con abusos sexuales o explotación para beneficio personal del líder, que es lo que sucedió en esta causa".
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Finalmente, expresó que en las entrevistas con profesionales, los acusados no mostraron "ningún signo de arrepentimiento” por parte de los imputados y en cambio reafirman que “forman parte de una asociación religiosa con ciertos fines caritativos y que hacían las cosas conforme a sus creencias, como si fuera una cuestión más vinculada a la libertad religiosa que a la trata de personas”