La viralización de un video de Javier Milei diciendo que “no les va mal” a los clubes que se transforman en Sociedades Anónimas despertó el rechazo de todo el fútbol argentino. O casi todo el arco dirigencial.

“¿Preferís el modelo inglés, de sociedades anónimas?”, le preguntó Alejandro Fantino, en entrevista de hace algunas semanas. “Claramente”, indicó el aspirante de La Libertad Avanza a la presidencia.

Desde este viernes, las voces en contra comenzaron a sonar. Empezaron en el ascenso valorando que los estatutos de los clubes se respetan como “asociaciones civiles sin fines de lucro”, se multiplicaron a lo largo y ancho de todo el país con todo tipo de argumentos y llegaron hasta el fútbol grande.

“¿A vos qué carajo te importa de quién es el club? ¿O preferís seguir en esta miseria de fútbol que estás viendo?”, espetó Milei, en contra de las miles de historias de superación personales y colectivas que surgieron hasta en las barriadas más profundas.

Cuando le llegó el turno a Córdoba, fiel a su historia Belgrano ratificó su postura de 2018, cuando en asamblea y de modo unánime se rechazó la idea de las SAD que intentaba imponer el presidente Mauricio Macri, hoy aliado de uno de los integrantes del balotaje.

El texto sentencia: "El destino del Club le pertenece a sus socios y socias".

A su vez, el Instituto Atlético Central Córdoba citó a su actual presidente, Juan Manuel Cavagliatto en su última asamblea: “El club es y será de sus socios”.

Ambos siguieron la línea de la mayoría de los clubes a nivel país, aunque evitaron mencionar candidatos y posturas de camino a la elección del 19 de noviembre próximo.

La voz que aún no se pronunció, posiblemente a sabiendas del gusto por el ingreso de capitales privados en las entidades deportivas del presidente Andrés Fassi, es Talleres.