Armas de fuego y salud mental en la Policía de Córdoba: el combo de la tragedia
El caso de la mujer policía que mató de un balazo a su hijo de 10 años, hirió a su hija de 7 e intentó quitarse la vida enciende las alarmas. ¿Qué contención psicológica hay en la fuerza? ¿Por qué pueden llevar su arma fuera del horario de trabajo?
En un trágico y confuso episodio, Maira Barreto, una oficial de la Policía de Córdoba, asesinó de un balazo a su hija de 10 años, hirió gravemente a su hijo de 7 y luego intentó suicidarse.
Este hecho volvió a abrir el debate y encender las alarmas en torno a la salud mental de los integrantes de las fuerzas de seguridad de Córdoba y, además, de por qué pueden llevarse sus armas fuera del horario de trabajo.
Es que no es, ni por asomo, un hecho aislado el que ocurrió este fin de semana en barrio Observatorio, sino que se suma a una lamentable lista de ataques intrafamiliares por parte de efectivos policiales.
Por ejemplo, en 2020 un cabo de policía salió de su trabajo y en su casa mató a balazos a su expareja en un complejo del barrio San Martín, en la ciudad de Córdoba.
En 2021 dos efectivos de la Policía de Córdoba cometieron femicidios al matar a balazos a sus correspondientes parejas. Uno fue Ezequiel Seia y el otro Carlos Suárez y ambos se quitaron la vida.
En ese mismo año, el policía federal Jorge Juárez mató a su pareja prendiéndola fuego y un Carlos Galván, piloto de Fuerza Aérea. asesinó a su novia luego de ahorcarla.
Anteriormente, en 2018, el cabo Carlos Monje había estado fuera de su trabajo por pedido de carpeta psiquiátrica y volvió a trabajar en la fuerza, hasta que un día asesinó a balazos a su novia y a la madre de ella. Luego de cometer esos hechos atroces, se quitó la vida.
Además, hay otro dato trágico en estos últimos años: muchos policías (hombres y mujeres) se quitaron la vida con sus armas en la provincia de Córdoba.
Entonces, la pregunta recae en cuánto control y contención tienen los efectivos de la Policía de Córdoba y, además, en la cuestión de por qué se les permite tener sus armas fuera del horario de trabajo.
Desde la Policía de Córdoba aseguran que Maira Barreto no tenía trastornos psicológicos ni tampoco se encontraba en uso de licencia psiquiátrica, así como que su último test en ese sentido había sido realizado en octubre luego de una licencia por neumonía.
Desde 2016, una madre de dos chicos asesinados por un oficial de policía, junto a su familia y distintas organizaciones, encabezan un reclamo para que se mejore verdaderamente el control psicológico a policías, así como que que esos estudios sean realizados por especialistas por fuera de la fuerza.
Desde la Policía aseguran que los controles psicológicos internos se realizan de manera periódica y que cuando surge un alerta le quitan el arma al efectivo y actúa el Tribunal de Conducta.
Sin embargo, los hechos siguen ocurriendo y las formas no parecen cambiar. Será cuestión de ver si la Policía de Córdoba de una vez toma cartas en el asunto y pone foco en algo que hasta hoy parece no haber puesto.