Otra vez la policía es noticia en Punilla. En este caso, por la denuncia de las Asambleas de Punilla de que un joven fue golpeado brutalmente por policías encapuchados durante el fin de semana. Se trata del nieto de Abel Méndez, un hombre que hace 40 años vive en Santa María de Punilla y que según los asambleístas "es forzado al desalojo".

Según contaron, Franco Méndez fue atacado por policías encapuchados el sábado por la noche mientras volvía a su casa luego de salir a cargar el celular, "ya que les han cortado la luz y el agua para intimidarlos". Luego de la golpiza fue llevado al hospital Domingo Funes para ser atendido.

Gabriela Taborda Varela, asambleísta que acompañó a Franco al centro médico, contó que mientras esperaba que le autorizaran los estudios "empezó a perder el conocimiento, a babearse, a caérsele las lágrimas, se descompensaba totalmente". Además, reveló que, siempre según el relato del propio Franco, una médica le dijo "que no cuente tantas cosas".

Luego de llevarlo al hospital, integrantes de las asambleas presentaron una denuncia en la Unidad Judicial de Cosquín. "En ningún momento se hizo presente Policía Judicial para ver a Franco", completó la vecina en diálogo con Nada del Otro Mundo por FM 102.3.

Desalojo sin garantías

Abel Méndez es un adulto mayor y no quiere abandonar el lugar en el que vive hace décadas. "Son personas muy humildes, campesinos. Viven del campo, viven de la tierra, de las plantas medicinales. Les romperían su historia de vida", manifestó Gabriela Taborda Varela.

Por otro lado, la oferta que dicen tener sobre la mesa por parte de la provincia para la expropiación es irrisoria: "Quedan en la calle si los expropian. No les garantizaron ni una casa, ni un terreno, ni que les van a pagar un alquiler durante un año hasta que construyan algo de nuevo. Lo único que les ofrecieron son 300 mil pesos".

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