Dante Aguirre había sido condenado en 2018 a 22 años de prisión por el femicidio de Rosana Salinas, a quien asesinó a puñaladas en Ascochinga en el año 2016.

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En aquel fallo, la pena fue tal ya que no se habían comprobado las amenazas y que hubo violencia de género en el asesinato.

Sin embargo, esa sentencia fue revocada por Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la provincia de Córdoba ya que ambos hechos fueron debidamente comprobados. 

Es por eso que la justicia cordobesa cambió el fallo y condenó a Aguirre a la pena máxima del Código Penal: cadena perpetua. Los delitos que mediaron la sentencia fueron homicidio calificado por el vínculo, alevosía y por mediar violencia de género.