Condenarán a dos mujeres por el crimen de un jubilado para robarle una garrafa
Guillermo Morán de 80 años vivía en barrio Cáceres y en febrero del año pasado fue apuñalado en su domicilio. La querella pedirá prisión perpetua para ambas.
En la Cámara Novena del Crimen podrían condenar en esta jornada a dos mujeres acusadas por el crimen de Guillermo Morán, el jubilado de 80 años de barrio Cáceres, que fuera asesinado a puñaladas tras franquearles el ingreso a su casa, hasta adonde habían acudido pidiendo un vaso de agua, para luego asaltarlo y apuñalarlo ante su resistencia.
Las acusadas Liseth Joana Frías Luján de 31 años y Evelyn Lourdes del Valle Zerdán de 23, llegan acusadas de robo calificado con armas y homicidio criminis causa y podrían ser condenadas a prisión perpetua.
El hecho ocurrió en febrero de 2021, cuando las dos mujeres ingresaron al domicilio de la víctima que las dejó pasar porque las conocía, y una vez adentro comenzaron a pedirle dinero amenazándolo con un cuchillo de cocina. Ante la resistencia del hombre, que intentó resistirse, le aplicaron cuatro puñaladas.
Morán, quien era muy querido en el barrio, quedó malherido en el piso y las dos mujeres huyeron de la casa con una garrafa de 10 kilos. Chicho, como era conocido en el barrio, pudo pedir ayuda a los vecinos ante los que identificó a ambas mujeres como autoras del ataque.
Finalmente, falleció días después en el Hospital Misericordia adonde había quedado internado, tras varios días de agonía. Las dos acusadas, apodadas la “Beba” y la “Gringa” fueron detenidas e imputadas por el crimen del jubilado.
Antonela Pelanda, abogada de la familia de Morán, sostuvo que no caben dudas que las dos acusadas fueron “las autoras materiales del hecho, por lo cual vamos a sostener la acusación de robo calificado con armas y homicidio criminis causa y pedir la pena de prisión perpetua”.
El juicio con jurados populares llega a su fin durante esta jornada, en la que se llevarán adelante los alegatos de manera continua, la penúltima palabra de la hija de la víctima y la última palabra de las acusadas, si quisieran hacer uso de esa facultad, tras lo cual el tribunal pasará a deliberar para dictar luego la sentencia.