Córdoba insólita: “¿Qué lleva ahí? Cocaína. Ok. ¡Marche preso!”

Es difícil imaginarse el diálogo y la situación. En cambio, resulta muy previsible que el final termine con el personaje tras las rejas. Así nos lo contó la policía de la Provincia.

Un hombre de 34 años de edad, oriundo de Villa Mercedes, provincia de San Luis, circulaba en la madrugada del viernes por la Ruta Nacional número 7, a la altura del kilómetro 591 (en proximidad de la localidad de Vicuña Mackenna) en la motocicleta Honda CBX250 que ilustra la imagen.

Hasta ahí, un viajero más en las rutas de la provincia.

Ocurre que circulaba sin la patente del vehículo por lo que al llegar a un control caminero el personal de la policía se dispuso a labrar un acta por la infracción a la ley de tránsito y, como es práctica y obligación, se le requirió la documentación respaldatoria, DNI, carné de conducir y documentación de la moto.

Se produjo entonces una situación insólita: el conductor abre su mochila y, para retirar la documentación requerida, saca un paquete envuelto en cinta negra, el clásico “ladrillo” que se ve en series y películas. Las imágenes remitidas por la policía y que ilustran esta nota, no dejan lugar a duda.

Los efectivos, naturalmente, consultan: “¿Qué lleva ahí? Y la respuesta, lacónica, imprevista, lapidaria: “Cocaína”.

Ante la nerviosa confesión del traficante se procedió con la rutina prevista para estos casos: intervención de la FPA, de la policía departamental y de los fiscales federales. 

Ocurre que en la revisión posterior se constató que el muchacho transportaba 3,5 kg de clorhidrato de cocaína, tal como se comprobó con los ensayos rápidos que se practican en estos casos. Esas cantidades transforman el delito en uno de competencia federal, de acuerdo a las leyes en vigencia.

No se comprende si el traficante esperaba alguna impunidad, si se trata de una persona incapaz de tomar los recaudos mínimos que el sentido común indica oportunos cuando se va a delinquir o si simplemente se trata de una persona sin experiencia, que llegó al control caminero sin patente y sin los recaudos mínimos para no exponer su mercadería.

Lo cierto es que terminó preso y a disposición de la justicia federal.