En calle Rioja al 5200 del Barrio San Ignacio de la ciudad de Córdoba los vecinos asisten impotentes al milagro de Moisés en el Mar Rojo. Solo que aquí, no se abren las aguas sino el pavimento.

Hace un más de un mes hay un cráter gigante en medio de la calle, sin que ninguna autoridad se haga cargo. Las cámaras de Canal 10 estuvieron allí para dar cuenta del fenómeno, verdaderamente de película.

La cronista Silvina Borchero, entrevistó a vecinos desesperados por recuperar la normalidad.
“Hace un mes se está derrumbando la calle, además estuvimos los últimos cuatro días sin agua durante el fin de semana largo. Llamamos todos los días, de jueves a lunes y recién ese día vinieron a reparar” comentó Rocío, una vecina que vive justo en frente del lugar en que más profundo se ha hecho el pozo.

Si bien hay un área de un par de metros cuadrados donde el pozo se ha hecho muy profundo, toda la cuadra ha comenzado a hundirse, lo que hace imposible cualquier movimiento de vehículos. Esto se traduce en problemas adicionales al riesgo de caída en la parte profunda: no pueden entrar ni los basureros, ni las ambulancias, ni móviles policiales.

La cuadra entera está afectada por el hundimiento
La cuadra entera está afectada por el hundimiento
Imagen: Captura de video

Tampoco es claro que el fenómeno no ponga en riesgo estructuralmente a las viviendas vecinas y que las consecuencias no puedan agravarse dramáticamente si se produce una lluvia intensa en el sector.

Otro vecino, que se aproximó espontáneamente cuando vio las cámaras, señala que “es probable que sea una pérdida de agua de la nueva instalación de cloacas que se hizo en el barrio o bien, que no se apisonó correctamente el relleno después de la obra” porque es toda la cuadra la que esta cediendo.

Una vecina debe mudarse, pero no pueden acceder las camionetas para la mudanza; otro vecino alquila una cochera para guardar su auto, pero no puede acceder al garaje y así, se suceden los testimonios y los reclamos a la Municipalidad de Córdoba, que no parece registrar que la tranquilidad de los vecinos del 5200 de Rioja depende de una pronta respuesta.