En la calurosa tarde del sábado pasado, un joven de 22 años intentó ingresar a robar a una fábrica en barrio San Vicente, a la vera del río, pero una alerta policial frustró el atraco. El delincuente en su intento de huida se arrojó al río, lo cruzó nadando, pero igualmente fue detenido.

Tras la difusión del video que muestra parte de la secuencia, fuentes policiales informaron que la situación comenzó en la intersección de la Costanera Ramón Mestre y Juan Rodríguez. 
El delincuente, que tenía un carro, ingresó al interior de un galpón del que sustrajo varios elementos. 
El comunicado oficial señala que “un vecino alertó sobre la situación y dio aviso al 911, por ese motivo se hace presente el móvil policial”, dijeron.

Los uniformados llegaron y se encontraron con el delincuente en la puerta de la fábrica, una matricería, e inmediatamente, tan pronto dieron la voz de alto vieron como el ladrón emprendía una  fuga espectacular.

Seguramente viendo que correr por la calle daría lugar a una fácil captura, el muchacho saltó las protecciones con un acrobático gesto y se zambulló en el río y, a gran velocidad, cruzó el cauce del río en pocos segundos, llegando a la orilla opuesta. Pensó que estaba a salvo porque no lo persiguieron.

En lugar de zambullirse en el río, los efectivos policiales solicitaron refuerzos que ya se habían desplegado cuando llegó el delicuente y lograron capturarlo. En el video se observa cuando detenido, esposado y todo empapado el ladrón es llevado rumbo al patrullero para ser trasladado a la sede judicial pertinente.

En sede policial se verificó que, con solo 22 años, el detenido ya contaba con varios antecedentes penales por diversos delitos y tenía un pedido de captura.

Detenciones complejas

Sin embargo, luego de la detención se vivieron momentos de tensión cuando un grupo de vecinos, en su mayoría mujeres, comenzaron a increpar a los uniformados y pedían por la liberación del delincuente, un fenómeno que ocurre cada vez con más frecuencia en Córdoba.

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No solo insultaron a los policías, sino que les arrojaron piedras y otros elementos que provocaron que los efectivos debieran dispersar a los vecinos para que la situación de tensión no escalara y continuar con el traslado del delincuente detenido.

En otro de los patrulleros, una camioneta, los policías cargaron el carro que contenía pertenencias del ladrón y parte del botín que había sustraído de la fábrica, todo lo cual fue trasladado a una dependencia policial.