El precio de los alimentos básicos se incremento en la última década 3.233%, frente a 1.593% del salario mínimo vital y móvil y 1.796% de la jubilación mínima.

La conclusión forma parte de un informe elaborado por el Centro de Almaceneros y Autoservicios de Córdoba que toma como referencia valores entre mayo de 2022 e igual mes de 2012.

A ese documento, Cba24n sumó también el incremento de los salarios registrados medidos en la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) del Ministerio de Trabajo. Esos haberes subieron 2.046% en la última década.

El informe de la entidad toma como referencia diferentes alimentos básicos, además de otros productos o servicios que, en este caso, integran la Canasta Básica Total (CBT).

En ese marco, el alimento que mayor incremento registró fue la harina de maíz que trepó 4.811% desde 2012.

En el otro extremo, los fideos secos aumentaron 1.134%.

En general, la mayoría de los incrementos se aceleraron en los últimos años. Por el contrario, los salarios y jubilaciones sufrieron el mayor deterioro también en los últimos cinco años.

En cuanto a otros productos, el gas envasado (10 kg) aumentó 4.310% mientras que el litro de nafta súper se ajustó 1.940%.

En paralelo, el boleto del transporte urbano de pasajeros de la ciudad de Córdoba registró un alza del 2.072%

El estudio sobre la evolución de los precios en los últimos 10 años elaborado por el Departamento de Estadísticas y Tendencias del Centro de Almaceneros, pone de manifiesto el perjuicio social causado por la inflación durante los últimos diez años, generando un considerable deterioro en el poder adquisitivo de la población argentina, concluye el informe.

"Con éste análisis, se pretende graficar de una manera práctica y sencilla, una de las causas del sostenido crecimiento de los índices de pobreza e indigencia, cada vez que los bienes básicos esenciales -entre ellos los alimentos mínimos requeridos - incrementan su valor de manera exponencial – y no lo hacen de manera individual, sino impulsados por equívocas decisiones políticas y económicas – mientras que los salarios, desfasados en el tiempo, enajenados del dólar – gran regente de los precios
de bienes de consumo – se “disuelven” cada vez a mayor velocidad.", señala el documento.

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