Golpe de calor: todo lo que hay que saber para enfrentarlo con éxito
El cuerpo tiene una respuesta propia que muchas veces es insuficiente para afrontar las altas temperaturas. Cuándo estar alertas, a qué síntomas prestar atención y qué hacer cuando se presentan.
La primavera fue relativamente amable: hubo días de calor, pero ninguna “ola de calor”, que es la condición que puede cambiar de modo dramático el modo en que las personas, especialmente las que viven en ciudades, afrontan las altas temperaturas.
Cuando la temperatura se sostiene alta durante varios días y, especialmente, si por la noche no refresca, la situación se torna crítica y muchas personas pueden padecer el conocido golpe de calor.
Las olas de calor matan: a nivel mundial, entre 2000 y 2019, se estima que 489,000 personas fallecieron cada año a causa del calor. Europa es el continente que más rápido se calienta y donde se concentra la mayor parte de las muertes.
Por ejemplo, solo en el verano de 2022, se registraron 61,672 muertes por calor en Europa. Este fenómeno fue causado por una intensa ola de calor que se produjo entre el 18 y el 24 de julio.
Verano 2025
Con la llegada del verano 2025, comenzaron las altas temperaturas y empezaron las alertas por altas temperaturas. De hecho, el pronóstico indica que las altas temperaturas se mantendrán durante toda la próxima semana en el territorio cordobés.
Afrontamos la primera hora de calor y el más peligroso de sus efectos, el golpe de calor, se manifiesta muy crudamente cuando las personas no toman las precauciones necesarias. El golpe de calor es más frecuente en adultos mayores y en personas que padecen enfermedades crónicas.
Este cuadro puede ir desde síntomas leves hasta situaciones graves, con consecuencias fatales si no se actúa a tiempo. Por eso es mejor estar prevenido y sabe cómo actuar en estas situaciones.
La respuesta al calor
El cuerpo del ser humano cuenta con mecanismos termorreguladores que tienen la finalidad de mantener la temperatura interna bajo control. Cuando las personas quedan expuestas a una fuente de calor externa, se activan diferentes respuestas.
Algunas de estas son conscientes, como por ejemplo, quitarse ropa o buscar ropas más livianas, aumenta la ingesta de líquidos y se busca el refugio en lugares sombreados o con buena circulación de aire.
Por otro lado, están los mecanismos fisiológicos, aquellos que se disparan sin que lo “ordenemos”. Esa lista incluye el aumento de la frecuencia cardíaca, (el corazón late más rápido,) que se traduce en una respiración más acelerada. Estas son señales de alerta que indican que podríamos estar sufriendo un golpe de calor.
Los síntomas
Algunos síntomas de un golpe de calor son:
- Piel caliente, roja y seca
- Dolor de cabeza intenso
- Fatiga
- Hiperventilación
- Náuseas, vómitos o diarrea
- Alteración del estado mental
- Convulsiones
Qué hacer para evitarlo
Para evitar un golpe de calor, puedes:
- Tomar abundante agua, especialmente antes, durante y después de hacer ejercicio
- Evitar exponerse a los rayos del sol, especialmente cerca del medio día.
- Evitar salir a la calle en las horas más calurosas
- Cubrir la cabeza con sombrero o gorra
- Vestirse con ropa ligera y de colores claros
- Usar anteojos para protegerse del sol
- Reducir la actividad física en lo posible si la temperatura y la humedad son elevadas
- Evitar la ingesta de bebidas alcohólicas
Qué hacer frente a un golpe de calor
- Ante la presunción de que alguien está sufriendo un golpe de calor, lo primero es buscar ayuda médica de inmediato. Se puede llama al número de emergencias o llevar a la persona a un centro de salud. Mientras esperas la ayuda, puedes tomar las siguientes medidas:
- Llevar a la persona a un lugar fresco y ventilado
- Quitarle la ropa
- Enfriar a la persona con agua fría, ya sea con una ducha, una bañera, una manguera, una esponja, o compresas de hielo
- Si la persona está consciente, darle de beber agua fresca, una bebida deportiva o cualquier bebida sin alcohol y sin cafeína