Guille Vanadía estrena la obra “JiG Bailecito para nada"
El artista presenta los jueves de mayo, una nueva pieza teatral en La Chacarita.
Llega la pieza teatral “JiG Bailecito para nada” a la sala de La Chacarita (Jacinto Ríos 1449).
Se trata de una obra de Guille Vanadía, que estrena este jueves a las 20.30 horas. Las funciones continuarán los jueves de mayo en el mismo horario.
"Alguien camina sobre lo que tenes muerto. Un vagabundo cansado del supuesto circo moderno, entierra a sus hermanxs que alguna vez vio actuar. Restos Isabelinos, sepulturerxs de Monrovia, ríos de Caronte, pasajes, umbrales que se juegan esta noche… El azar es otro rincón en la salida que patina el territorio, un patriotismo baratísimo. Sabores turbios con pesto refrescante", detalla el comunicado de difusión.
Entradas anticipadas a $2000 en Antesala. Precio en puerta: $2200. Dramaturgia y actuación: Guille Vanadía. Codirigida junto a Gastón Casabella.
El jig era un acto de comicidad musical y baile que interrumpía un drama mayor. Estas intervenciones caracterizaban a los clowns de la época isabelina, que eran famosos y requeridos por mostrar sus mejores habilidades. Los guiaba el ánimo del cómico, las mejores habilidades que poseía y la interacción con el público. Se cambiaban los grandes temas de la vida por los acontecimientos cotidianos.
El jig era probablemente un atentado a la dramaturgia tal como la conocemos hoy, por eso hubo un esfuerzo de hacerlos a un lado. En esta obra por el contrario hay una resistencia a la dramaturgia de corte tradicional y en cambio se busca como referencias los elementos que caracterizaron las actuaciones de aquellos clowns y payasos que invocamos así como también a sus contextos. Y se apoya sobre todo en un elemento tan azaroso y caprichoso como el propio deseo de quien actúa.
Sobre el proceso de la obra, Vanadía explica que se trata de “Una búsqueda inspirada por la relación entre Sheakspeare y sus clowns que también se traduce en los términos de la relación entre escritor/director y actor en tiempos Isabelinos recogidas en el trabajo de David Wiles. Estas deliberaciones fueron abonadas por otras búsquedas y experiencias personales: la inspiración de clowns en contextos de guerra, como los payasos de Monrovia y una obsesión particular por los cementerios y las tumbas que nos sumergieron en el mundo de Mariana Enriquez. La contemplación de cementerios tan particulares por su contexto histórico como geográfico como el de Darwin en las Malvinas y las especiales tumbas de clowns, como la de Brown en el cementerio Ingles de Buenos Aires o el cementerio de payasos de Lousina y la tragedia que dio origen. Largas conversaciones por zoom destilaron los elementos que hoy conforman esta obra”.