Héroes en el cielo: así trabajan los pilotos que combaten los incendios en Córdoba
Sin descanso y sobrevolando zonas sumamente peligrosas, sin visibilidad, 24 horas. Los pilotos de la Dirección Provincial de Aeronáutica , imprescindibles a la hora de apagar el fuego.
El combate del fuego en la provincia de Córdoba básicamente se apoya en los bomberos voluntarios y en los vaqueanos, pero hay una tercera pata imprescindible para lograr apagar los incendios: el enorme trabajo que realizan los pilotos de los aviones hidrantes, que a la par de quienes están en tierra, pelean con el fuego desde el aire.
Alejando Luiten es uno de los se encuentran trabajando sin descanso en los incendios de los departamentos del norte cordobés. En diálogo con Crónica Matinal, explicó cómo realizan esta inmensa tarea.
El trabajo comienza muy temprano por la mañana, con las directivas dadas por la mesa coordinadora que evalúa por la noche y hasta la madrugada cómo se combatirá el fuego en las primeras horas del día. La Dirección Provincial de Aeronáutica pone a disposición las aeronaves.
"La mesa coordinadora evalúa el incendio, lo que quedó de la noche, ubica a la gente, a los bomberos y brigadistas en los lugares (estratégicos) y una vez que están ubicados hacen los despachos de los aviones", cuenta Luiten.
Después será el viento y cualquiera de las otras variables que pueda incidir en el "comportamiento" de los incendios lo que los irá guiando.
Una flota de vanguardia:
Córdoba es la única provincia que tiene su propio Plan Provincial de Manejo de Fuego con su propias aeronaves. "No solamente cuenta con cuatro aviones hidrantes, sino también de dos helicópteros y un avión vigía. En total son siete aeronaves para un sistema integrado de manejo de fuego", relata el piloto.
"En este momento hay 3 aeronaves del Plan Nacional que están en Deán Funes, y las 4 aeronaves nuestras que están acá y esperamos el despacho para ir a combatir el incendio y desde donde vamos a operar", señala.
Y no solamente eso, sino que la provincia mediterránea tiene un avión "estrella" que hace el trabajo de otros cinco: el anfibio. "Sólo hay dos en América Latina y uno está en Córdoba", señala orgullosamente Luiten, para posteriormente explicar al detalle cómo opera: "ésta aeronave tiene la particularidad de que se le sacan las ruedas (el tren de aterrizaje) y se coloca un par de pontones (flotadores o catamarán como se pueden llamar). Está especialmente diseñada para juntar agua desde los lagos, que tienen que tener una extensión especial para juntar el agua (no menor de 2000 metros de agua) y no debe haber obstáculos flotando", cuenta.
¿Cómo hace esta operación? "El tren de aterrizaje se repliega cuando el avión levanta vuelo y permanece adentro cuando ingresa al agua, y debajo de hay un caño que, al acercarse al agua baja y queda con el avance tomando agua . Luego la sube con una cañería hasta la tolva del avión en ambos sectores con una presión tal que puede llegar a cargar 3 mil litros en tan sólo 40 segundos", explica el experimentado piloto.
Mirá la nota completa:
"Generalmente se cargan 2 mil litros y se juega con el peso que se lleva también de combustible", indica Luiten.
¿Pero cúal es la mayor ventaja de este avión? "cuando tenemos un incendio cerca del lago, los otros aviones tienen que ir a tierra, aterrizar, recargar agua con moto bombas y volver a despegar para llegar al lugar y hacer un disparo. La mayor ventaja de este avión es que puede hacer hasta 4 o 5 disparos de agua, y es la cadencia de los disparos lo que determina el éxito de una operación", cuenta el piloto. "La efectividad de un avión terrestre comparando con un anfibio se multiplica por cinco", grafica.
Los vientos, la complicación de las ráfagas y el trabajo de los pilotos
Contrariamente a lo que en general uno puede suponer, Luiten explica que estos aviones están diseñados específicamente para trabajar en condiciones adversas y el viento no es tan problemático como se imagina: "vuelan muy bien con todo el peso que llevan; el viento nos genera bastante turbulencia. No es un vuelo de placer o agradable, a pesar de que a nosotros nos encanta hacerlo, sino todo lo contrario", es un desafío con el que cuentan de antemano.
En cuanto al combate del fuego en sí, el piloto explica que "uno tiene que armar una estrategia para ver por dónde va a entrar al incendio, buscar también una salida y es apasionante. Y aparte hay que coordinar con los otros aviones que están volando en ese momento", señala.
Se trabaja 24 horas, a cualquier hora, para reparar y preparar los aviones, que requieren mantenimiento permanente. Porque no sólo luchan contra los incendios. "Acá no se descansa: también se hacen traslados de emergencia, traslado de órganos tras una ablación y búsqueda y rescate de personas", explica el piloto, agregando que los cordobeses tienen que estar muy orgullosos porque tienen la Dirección de Aviación más equipada del país", concluye Lutien.
Entrevista: Mónica Malmoria, periodista Multimedio SRT.