Imperdible obra maestra de la naturaleza: el Parque Los Terrones, en las sierras de Córdoba
El Parque Autóctono, Cultural y Recreativo Los Terrones es un paseo ineludible para llenarse de energía en cualquier momento del año. A poco más de 17 kilómetros de Capilla del Monte, su recorrido entre cañadones y formaciones rocosas multicolores es una invitación para el asombro. Aquí los detalles de cómo llegar y qué hacer en el lugar. MIrá el video y las fotos.
Ubicado a poco más de 100 kilómetros de la ciudad de Córdoba y a 17 kilómetros de Capilla del Monte, el Parque Autóctono, Cultural y Recreativo Los Terrones, ofrece la posibilidad de adentrarse en medio de postales permanentes, entre cañadones y enormes formaciones rocosas, con caprichosas formas que el paso del tiempo y la erosión del agua y el viento durante miles de años, han diseñado para el asombro de sus visitantes.
Los Terrones, llamados así por una de las "esculturas naturales de piedras rojizas" que simulan a dos terrones de azúcar, flanqueadas por otras dos conocidas como el sillón y la bota, están enclavados en la Quebrada de la Luna a una altura de 1.400 metros sobre el nivel del mar, detrás del cerro Uritorco.
El parque se encuentra en un predio privado por lo que para ingresar se debe abonar una entrada, con lo cual se tiene acceso a una visita guiada que realiza personal especializado durante toda la jornada, aunque los guías piden al finalizar la travesía una colaboración voluntaria.
Al llegar a la base, hay estacionamiento para autos, un parador de montaña que ofrece diferentes comidas y bebidas y baños.
Cómo llegar
Desde la ciudad de Córdoba se puede acceder tanto por el camino del Cuadrado, como por la ruta nacional 38. Al llegar al kilómetro 91 de esta vía de acceso, hay que ingresar a la derecha por la ruta provincial 17 y recorrer 7 kilómetros para llegar al parador. El camino está perfectamente señalizado y debe transitarse a baja velocidad por tratarse de una traza de tierra con serruchos y piedras.
Lógicamente, para los visitantes que se encuentren en el Valle de Punilla el trayecto es mucho más corto, pero quienes viajen desde la capital cordobesa tendrán una demora de unas dos horas hasta llegar al lugar.
Además de la alternativa de viajar en auto propio, en las distintas localidades de Punilla se ofrecen servicios de excursiones a Los Terrones que sólo incluye el traslado hasta el lugar, donde cada visitante deberá abonar su entrada al Parque.
El lugar está abierto todos los días entre las 9 y las 18 horas y las visitas guiadas salen cada media hora aproximadamente.
Qué hacer
Una vez en el lugar, hay dos caminatas posibles. Una más corta y autoguiada, con una duración de unos 20 minutos, de baja dificultad por la que se sube unos 300 metros hasta un mirador maravilloso donde se encuentra el portal de cuarzo y que ofrece un vista panorámica del oeste serrano y los cerros circundantes. En el trayecto hay bancos para sentarse a descansar y observar el espectacular paisaje.
El segundo trekking de dificultad baja-mediana cuenta con la asistencia de un guía de montaña y dura unas dos horas, en las que se desciende por el curso del arroyo que baja entre los paredones enormes de piedras y rodeados de vegetación autóctona. El recorrido continúa por cañadones a los que se accede por escaleras naturales y de hierro ubicadas en el lugar.
En el trayecto se pueden encontrar cuevas naturales, pequeñas cascadas y cursos de agua que desaparecen, transformándose en subterráneos, con un microclima húmedo y selvático.
En medio de los cañadones, el ejercicio de mirar hacia arriba y encontrarse rodeado. de paredones de rocas de hasta cien metros de altura, entre los cuales se puede divisar el cielo, es imprescindible para apreciar la belleza del lugar.
A la salida del cañadón, comienza una subida empinada de unos quince minutos de duración, hasta llegar finalmente al mirador en el que se puede apreciar desde arriba una visión de 360 grados del espectacular paisaje, con primeros planos de las esculturas naturales de piedra rojiza. Luego, se comienza el lento descenso hasta el parador, donde finaliza la aventura.
El avistaje de aves es una constante de todo el trayecto, entre los que predominan el jote, el halcón peregrino y el cóndor, que anida en las alturas de los paredones y sobrevuelan el lugar de manera constante, poniéndole un condimento extra al descollante paisaje natural.
Recomendaciones
Para la caminata, como ocurre siempre en estos casos es imprescindible contar con calzado adecuado y de buen agarre, ir provistos de agua, usar gorra y protector solar para los horarios y jornadas en los que el sol pega fuerte. Los guías, recomiendan también que en lo posible se lleven las manos desocupadas, y sacar fotos cuando se realizan las distintas paradas en el trayecto. Durante la caminata, van describiendo el lugar, las características de la flora y fauna autóctona y las costumbres de los antiguos habitantes del maravilloso escenario natural: los comechingones.
Más información: www.losterrones.com.ar