Este viernes se conocerá la sentencia del juicio por el crimen de Valentino Blas Correas, fallecido por el impacto de una bala policial la madrugada del 6 de agosto de 2020. Son trece los imputados por el crimen, en su mayoría efectivos de la Policía de Córdoba. 

Los fiscales Fernando López Villagra y Marcelo Hidalgo llevaron adelante el debate y presentaron la hipótesis de lo ocurrido esa noche, indicando las responsabilidades correspondientes de cada uno de los 13 efectivos acusados. 

La línea de tiempo que reconstruye los hechos determina cuál fue el accionar de los trece involucrados en el encubrimiento de la muerte de Blas Correas, de 17 años. Viajaban junto a él cuatro amigos en un Fiat Argo. 

Alejandro Pérez Moreno, abogado de la familia de Blas y de dos de los jóvenes involucrados, afirmó que a partir de las 9 los imputados darán sus últimas palabras. Luego, a horas de la tarde, la Cámara integrada por Marcelo Nicolás Jaime, Juan Manuel Ugarte y Mario Centeno dictará la sentencia.

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Javier Alarcón (33) enfrenta los delitos de homicidio calificado y en tentativa. En la sexta jornada del juicio pidió ampliar su indagatoria y confesó que el arma “plantada” en la escena del crimen que posteriormente fue encontrada en un supuesto rastrillaje, era suya

Foto: Eze Luque.

Admitió, de esta manera, el encubrimiento del asesinato de la madrugada del 6 de agosto. Posteriormente, apuntó contra su compañera Wanda Esquivel, la policía imputada por poner el arma y encubrir la escena.

Ese mismo día, habían declarado los amigos de Blas. Tanto la fiscalía y la querella pidieron prisión perpetua. 

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Gómez (37) es el policía acusado de haber disparado cuatro veces contra el Fiat Argo en el que se trasladaban Blas Correas y otros cuatro jóvenes, que también declararon en las audiencias del juicio. 

Lucas Gómez, acusado por homicidio calificado. Foto: Eze Luque.

Cuando frenamos vimos que tenia un agujero en la espalda .Yo me noto el buzo lleno de sangre y Blas ya no podía hablar”, había dicho Mateo Natali, que viajaba al lado de Blas en la parte trasera del auto. 

Al igual que Alarcón enfrenta los cargos de homicidio calificado por la muerte de Blas y homicidio en tentativa a los otros cuatro jóvenes. 

Su defensa solicitó que se lo condene bajo otra figura, la de homicidio simple con dolo eventual. Sin embargo, al igual que Alarcón, la fiscalía y la querella solicitaron pena de prisión perpetua. 

Esquivel, a diferencia de los otros efectivos, contó con el beneficio de la prisión domiciliaria por ser madre de una niña. Iniciado el juicio, confesó su participación en el hecho y haber plantado el arma para “ensuciar” la escena del crimen. 

Foto: Archivo.

Está imputada por encubrimiento agravado por sus funciones desempeñadas y por omisión de deberes de funcionario público. Durante la segunda jornada de audiencias, estuvo separada del resto de los imputados.  

La fiscalía pidió cinco años de prisión sumado a inhabilitación, mientras que su defensa pide un año de privación de la libertad. Este pedido se debe a que, según ellos, su confesión contribuyó al esclarecimiento de lo ocurrido esa noche. 

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Desde su confesión, la mujer intentó evitar el juicio y pidió a los fiscales ser sometida a un juicio abreviado. La madre de Blas, Soledad Laciar, solicitó que no se le diera acceso a este beneficio y que tampoco pueda acceder a una pena menor por el hecho de confesar. 

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Ambos están acusados por la fiscalía de haber encubierto lo sucedido esa noche, ya que mintieron al momento de declarar en la investigación para favorecer a los acusados.

Al igual que los otros efectivos, tampoco denunciaron los disparos de Alarcón y Gómez, como así también el ocultaron el arma plantada y el “falso rastrillaje”. 

La fiscalía pide cinco años y cuatro meses de prisión e inhabilitación para ambos imputados, que enfrentan los delitos falso testimonio y encubrimiento agravado. La defensa de ambos aseguran que ellos no están vinculados al encubrimiento y solicitaron su absolución.

Según la fiscalía, omitió poner en conocimiento de la autoridad la existencia de los disparos y sus autores. Además, facilitó que se “plantara” el arma y se perdieran los rastros del delito, también permitió que se rastrillara y se incautara el arma.

Por esta acusación pidieron seis años de prisión e inhabilitación para el uso de cargos públicos, sin embargo, su defensa, en sintonía con los otros imputados, pidió la absolución de estos delitos. 

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Los dos primeros se desempeñaban al momento del hecho como comisarios de la Policía. Ambos son acusados por la fiscalía de haber encubierto la muerte de Blas esa noche, y según lo reconstruido en el juicio, habrían coordinado con los efectivos para garantizar el encubrimiento. 

Enzo Gustavo Quiroga, su defensa pidió su absolución. Foto: Eze Luque.

Sin embargo, Galleguillo pidió la absolución por los cargos que se le imputan ya que según su defensa el encuentro con los otros efectivos duró un minuto. La fiscalía pidió seis años de cárcel para los dos comisarios. 

Por su parte, Quiroga enfrenta los mismos cargos pero se solicita una pena cercana a los cinco años y nueve meses de prisión e inhabilitación. Su defensa alega que seguía órdenes de su superiores, y que una vez en el lugar no tuvo participación, hecho que le valdría, según sus abogados, la absolución. 

Al igual que Esquivel, espera la sentencia en prisión domiciliaria. Está acusada de encubrimiento por no haber denunciado el accionar de Alarcón y Esquivel al haber plantado el arma en la escena del crimen. 

También está acusada de no denunciar los disparos que efectuaron Alarcón y Gómez al vehículo en el que se trasladaban Blas y los otros cuatro jóvenes. 

Al frente, Eduardo Soria y Jorge Galleguillo (De izquierda a derecha). Foto: Eze Luque.

Por otro lado, los agentes y esperan la sentencia en libertad. Y según la reconstrucción de lo sucedido, a las 00.13 de esa madrugada irradiaron por frecuencia que el automóvil “habría descartado algo en la rotonda", luego de que Alarcón y Gómez dispararan. 

Ellos están imputados por encubrimiento agravado y falso testimonio, pero sus abogados aseguran que ellos recibieron las órdenes de rastrillaje, por lo que no habría sido mentira su declaración inicial. Este es el argumento que utiliza la defensa para pedir la absolución. 

La fiscalía solicitó cinco años e inhabilitación para ambos. 

El comisario omitió denunciar la conducta delictiva llevada adelante por Esquivel, es decir el "plantado" del arma. Los fiscales pidieron seis años de prisión para él, pero su defensa insiste en el pedido de absolución. 

Ya que de acuerdo a sus abogados, sólo lo involucra un mensaje de WhatsApp de Wanda Esquivel mientras que otros testimonios lo “exculparían”.