En la Cámara en lo Criminal y Correccional de 7° Nominación se desarrolló este jueves la cuarta jornada del juicio por las muertes de 5 bebés en el Hospital Provincial Materno Neonatal de la ciudad de Córdoba. 

Fue el momento para escuchar la palabra de una de las médicas imputadas, Claudia Elizabeth Ringelheim, ex vicedirectora del hospital, imputada por omisión de deberes de funcionario público en concurso ideal con encubrimiento doblemente calificado por la gravedad del hecho precedente y por la calidad de funcionario público. 
Su declaración estaba prevista para el miércoles pero por lo extenso de las deposiciones, debió posponerse hasta este jueves.

Ya había declarado durante cinco horas Adriana Luisa Moralez, médica que se dedicaba a la mortalidad materno infantil en el hospital provincial.

El martes habían declarado algunos de los imputados, entre ellos la principal acusada, Brenda Agüero. Además fue el turno del exministro de Salud, Diego Cardozo; Liliana Asís, la exdirectora del Materno Neonatal al momento de los sucesos y Alicia Beatriz Ariza, la jefa de enfermería.

El testimonio de  Ringelheim

Como es de práctica, la Doctora Ringelheim relató que ingresó en 1998 como obstetra al servicio y fue promovida como Jefa de Guardia de Obstetricia en 2011. Más tarde fue designada Subdirectora y se desempeñó también en la Jefatura de Departamento de Tocoginecología Clínica.

Subió el voltaje de las declaraciones al afirmar: “No me voy a victimizar,  las víctimas son los bebes y los padres”.

Agregó en su declaración una certeza: “Estoy segura que nadie lo sabía” dijo en referencia a la situación que se había desarrollado en el hospital.

Consultada específicamente, Ringelheim aclaró que “las reuniones médicas no eran el lugar de hablar de historias clínicas o de casos de bebés”, explicando su desconocimiento de los sucesos.

Narró también el caso de una de las madres, Damaris Bustamante, que había realizado un planteo sobre la vulneración sus derechos en el momento del parto. Su bebé, Benjamin falleció muy poco después. 

En conexión con ese episodio relató la exdirectora, se produjo “una reunión que fue multitudinaria”, tras la cual “se decidió cambiar eso del que el bebé iba a incubadora y volvieron a ser entregados a las madres”. 

Los procedimientos de cómo los bebés llegaban a la nursery serán aspectos críticos del juicio porque las querellas tratan de demostrar que las inyecciones letales que se habrían suministrado a los y las bebés, ocurrían precisamente en ese momento “blindado”, en que el bebé era sacado de los brazos de la madre. 

Contestó diferentes requerimientos, confirmando que efectivamente hubo un cambio en lotes de la vitamina K y que se pasó de un sistema de historias clínicas de papel a digital

Igual que otros imputados insistió en su desconocimiento de los sucesos hasta que “me enteré de parte de los hechos en la madrugada del 8 de junio. Me llamo la jefa de Guardia Patricia Pereyra”. 

Allí el testimonio cobró dramatismo: “El hospital estaba colapsado, llegaban pacientes de Unquillo al parto.  Había dos niños fallecidos y dos en mal estado. Había estupor en el hospital. Me comuniqué con derivación de pacientes porque el hospital estaba  colapsado. Me comunique con Asís y me dijo que ella ya estaba al tanto. Nos dijeron que Asís y Escudero estaban haciendo las denuncias”.

Contó que con posterioridad “reunimos a los equipos y la Dra. Yanaover y la Lic. Ávila de lo ocurrido con una línea de tiempo. Ahí me anoticié que eran 5 los fallecidos”.

Cerró su alocución con una declaración que confronta directamente con las afirmaciones de la defensa de Agüero: “Si había limpieza en en un hospital era ahí. Era un lujo la terapia de neo”.