Leche contaminada: la cadena del pesticida cancerígeno y la falta de regulación estatal
La investigadora que descubrió atrazina en los tambos de Villa María, Noelia Urseler, explicó en detalle cómo el veneno llegó a la leche y qué provoca en la salud humana.
Según una investigación realizada por la ingeniera Agrónoma del Conicet, Noelia Urseler, en 16 de 18 tambos analizados en cercanías de Villa María, Córdoba, hay presencia de un veneno prohibido en Europa desde hace casi 20 años en la leche: la atrazina, el tercer pesticida más usado en Argentina después del glifosato y el 2,4D.
En diálogo con el programa Es por Acá, de Radio Universidad, la experta dio detalles de cómo llega el agrotóxico a las vacas, y en consecuencia, a la leche, por estar presente en el agua.
“Venimos hace tiempo detectando presencia de atrazina en agua superficial, en la cuenca del río Ctalamochita que es el río que cruza Villa María, y en aguas subterráneas; las mismas aguas de pozo que se extraen de los tambos monitoreados donde detectamos atrazina”, explicó Urseler.
“En el trabajo que publicamos vimos que hay una correlación entre la atrazina detectada en el agua de pozo, que toman las vacas, con la concentración de atrazina en leche. Una de las fuentes de ingreso de atrazina en leche es el agua que consumen las vacas. Hay que tener en cuenta que una vaca lechera puede consumir hasta 150 litros de agua por dia, porque le demanda mucho la producción de leche”, detalló la ingeniera.
Ver: Encontraron un pesticida cancerígeno en la leche de tambos de Villa María
Pero además, Urseler sostuvo que hay otro canal de ingreso: el maíz. “Otro de los motivos puede ser que la atrazina se acumule en las plantas de maíz, que es uno de los principales alimentos ya sea en forma de silo o de grano, que se usa para el consumo del ganado. Así que esas pueden ser las dos vías por las cuales ingresa y se acumula atrazina en el organismo de los vacunos”, remarcó.
Al respecto, la investigadora del Conicet sostuvo que “Hay que tener en cuenta que la atrazina se aplica en el suelo, en la etapa de barbecho, antes que se siembre maíz (...) y después sigue todo el circuito y por la persistencia -que tiene- hace que se pueda bioacumular”.
De acuerdo a la explicación que brindó Urseler “muchos herbicidas y muchos insecticidas - incluso muchos de los cuales hoy en día se han prohibido como el caso del DDT- tienen la característica que tienden a acumularse. El sitio en el cual se adhieren o prefieren adherirse es la grasa. Actúa como una especie de esponja. Eso hace que se vaya acumulando en el tejido graso del animal, y después se excrete. En algunos casos puede ser por orina, o bien por la leche, como en este caso del ganado vacuno”, detalló.
Las terribles consecuencias del veneno en la salud humana
Tal como informamos, diversos estudios realizados en Estados Unidos y en Europa indican que la atrazina “altera el sistema endócrino, el sistema hormonal. A nivel de feto produce disminución de feto, alteraciones en el corazón, entre otros”, corroboró la investigadora.
Además, Urselet subrayó que la atrazina “está prohibida en Europa desde el 2004 y está restringido su uso en Estados Unidos para algunas épocas del año y para ciertos cultivos”.
En ese marco, la investigadora cordobesa sostuvo que “con estos estudios lo que buscamos es eso: ver si se puede restringir (no sé si prohibir) la aplicación de la atrazina y reemplazarla por otros compuestos. En el caso de Europa fue reemplazado por la terbutilazina, que es un compuesto muy similar en cuanto a las características químicas, pero se diferencia en que es menos móvil en el ambiente, no se moviliza tanto con el agua”, señaló la experta.
Al ser consultada sobre si el veneno desaparece de la leche cuando ésta es pasteurizada, Urselet señaló que aún eso no ha sido estudiado. “Pero el objetivo es seguir evaluando esto, analizar presencia de atrazina en leche sin sufrir proceso de pasteurización y después someterla a distintos tratamientos térmicos como se hace a nivel industrial, para ver qué sucede con la atrazina”.
Por otro lado, la investigadora sostuvo que el mismo proceso de concentración de agrotóxico podría darse en otros animales por el consumo de agua contaminada y en productos alimenticios, aunque faltan estudios al respecto.
“Hoy en día esto es un problema porque no se están analizando muchos plaguicidas. Sí hay un poco más de estudios hechos en peces de ríos y lagunas de Argentina, y también en anfibios. Pero en alimentos no, no hay muchos estudios”, dijo la científica.
Cabe remarcar que la investigación llevada a cabo por la cordobesa es inédita en la historia del país, ya no que hay antecedentes sobre el tema como sí existen en otros lugares. Esto sin duda tiene que ver con los intereses económicos apoyados abiertamente por gobiernos de todos los extractos políticos y estamentos, que en lugar de restringir el uso de agrotóxicos para dejar de envenenar a la población, lo fomentan.
En esa línea, Ursulet confirmó que hay productores y cadenas de producción que son reacios a revisar los procesos productivos para aplicar pesticidas menos tóxicos: “si, además no hay ninguna normativa que indique que es necesario analizar presencia de atrazina en leche o de otros compuestos, como muchos otros herbicidas, razón por la cual esto no se evalúa a nivel industrial”, señaló.
Justamente, la investigadora señaló que “lo que buscamos también es eso con estos estudios: rever las normativas que regulan presencia de plaguicidas en alimentos, no sólo en leche sino también en otros, porque en eso en Argentina venimos atrasados”.
Por último, al ser consultada cómo tomaron los tamberos el resultado de su investigación, la ingeniera indicó que en principio quedaron “sorprendidos como todos”, porque “es un tema controversial. Ha generado impacto en la sociedad, pero dentro de todo bien. Nosotros siempre les explicamos. A veces cuesta entender que la atrazina que se aplica al suelo llegue finalmente a la leche, es una cadena larga en la que pasan un montón de cosas en el medio. Eso demuestra la persistencia que tiene la atrazina una vez que se aplica al ambiente”, concluyó Ursulet.
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