Marcos Mion inauguró la muestra “Testimonios Encriptados"
El artista visual considera el arte como una manera de evolucionar y cambiar la realidad.
La muestra de arte visual “Testimonios Encriptados” de Marcos Mion se suma a las propuestas de artes visuales que se exhiben en la ciudad de Córdoba.
Marcos Mion es artista cordobés radicado en México y regresa al país para presentar Las 366 Puertas Verdes. Una exposición curada por Maria Wonda que reúne más de 15 piezas de una colección que conjuga el uso del periódico como elemento transversal para indagar, resignificar y reconstruir la evolución del ser y la sociedad en el paso del tiempo, cuyas jornadas son puertas que se abren a una nueva realidad.
Se inauguró en la Sala de Arte Agec, Dean Funes 266. Se puede visitar hasta el 15 de octubre, de lunes a viernes de 9 a 18 horas. Entrada libre y gratuita.
Marcos Mion es artista visual que comienza su obra a los 17 años de edad explorando el mundo a través de la Pintura y el collage (mix media). Actualmente vive en México y ha realizado más de 130 pinturas que forman parte de Las 366 Puertas Verdes, una colección de obras que estará presentando en su ciudad natal.
Marcos se propone explorar los límites del tiempo y la relación del Ser con su punto de partida: el día de su nacimiento. Influenciado por la cosmovisión Tolteca, una de las culturas prehispánicas arqueológicas de Mesoamérica, y el contraste permanente con la sociedad actual, la colección debate sobre el devenir del ser y la sociedad. Además explora la creación de obra en Virtual Reality. Ha participado en diversas exhibiciones en Córdoba, Buenos Aires, San Francisco (USA), New York (USA), y Miami (USA).
Colección “Las 366 Puertas Verdes”, el collage y el uso del periódico
El artista indaga sobre la esencia del ser humano y la sociedad mediante la apropiación y resignificación de las palabras del periódico como medio de difusión. Juega con la reescritura de la realidad, aparentemente considerada absoluta o finita. Pone en cuestión la relación espacio-tiempo y el ciclo que significan los 366 días de un año bisiesto, que se repiten y reflejan el revivir de las fuerzas evolutivas y cambiantes en el ser. Su colección “Las 366 puertas verdes”, aún en construcción, abre canales y caminos de observación de un tiempo que se repite y reformula constantemente.
Marcos mantuvo un diálogo con Cba24n, donde explica cómo surge su vocación de artista visual: “Surge como una necesidad de expresión. Desde chico siempre tuve interés de expresar mis ideas, de contar, de discutirlas, de interactuar entre opiniones encontradas y eso me llevó a descubrir que la pintura y el arte sean un canal para verter un concepto y trabajarlo a nivel propio y exponerlo, que interactúe con otras personas.
-¿Cómo selecciona cada tema de las obras, qué hechos lo inspiran?
Hay dos canales que me inspiran: Lo que sucede en la sociedad y lo que me sucede a mi en la vida, en mi evolución como persona, esos canales están conectados. Muchas obras a veces tienen que ver con lo que sucede en la sociedad y yo trabajo ese concepto, lo desmenuzo o pongo en cuestión en mi propia evolución. Y a veces son cosas que me pasan a mí y que las quiero transpolar y poner en contexto de la sociedad. A veces las obras son autorreferenciales.
El artista considera que su obra es orgánica “...esa energía que va fluyendo y cambiando en algunos momentos y va generando nuevas experiencias te llevan a otros caminos, a otras preguntas e intereses. La evolución de la obra tiene esas características”.
Visualizar una nueva realidad en la serie “Las 366 puertas verdes”
Marcos detalla el “metamensaje” que se encuentra en su serie “Las 366 puertas verdes”: “Tiene que ver en cómo interactúan los medios de información y cómo las voces generan en el ser humano ciertas formas de pensar y cómo nosotros podemos visualizar otra nueva realidad. Que la realidad que vemos no es absoluta sino que podemos crear una nueva realidad y la podemos modificar. Entendiendo que nuestra focalización es la que hace que se crea nuestra realidad”. En ese sentido, agrega: “Ese es el metamensaje de toda la obra porque está transitada por un medio, por el periódico que referencia la totalidad de las voces que uno recibe del exterior. El periódico representa todas las voces que recibimos del exterior, y de otros medios de comunicación. En mi serie se puede ver cómo tomo el periódico y lo manipulo, lo recorto, lo plasmo en la obra para resignificar ese contenido, hacerlo propio y modificarlo. De esa manera estoy modificando esa realidad y estoy focalizando en esa realidad que yo quiero seguir creciendo”.
Una ciudad, una tragedia
Hubo un evento en su vida que tuvo que atravesar con mucha valentía. Se encontraba a punto de inaugurar una muestra en Nueva York y ocurrió la caída de las Torres Gemelas. ¿Cómo influyó en su vida este acontecimiento mundial?
Una de mis primeras acciones profesionales en el mundo del arte fue generar una muestra en una galería de Nueva York, en Manhattan. Justo el opening estaba previsto para el 11 de septiembre de 2001 a las 19 horas. Yo estaba allí preparando toda la muestra y viví todo el evento de la caída de las Torres Gemelas. Fue la primera vez en mi vida que sentí en mi cuerpo, en cada célula de mi cuerpo, la sensación de que podía morir. Esa sensación no me la olvido más porque fue como un baño de realidad absoluta. De lo absoluto que es la muerte. Eso te hace visionar la vida de otra manera.
Ese evento que fue tan particular en lo global, cambió la historia del mundo, en lo personal me dio otra perspectiva. Lo plasmé en una obra que se llama “Dos caras gemelas” con el periódico del New York Time de ese día y con las sensaciones y elementos que encontré ese día en Manhattan que fue caótico. La obra tiene oscuridad y caos. Es muy preciada para mi, por todo lo que causó en mi visión sobre el mundo y en mi espiritualidad.
El arte, un canal para evolucionar
En cuanto a las cosas que lo sensibilizan como artista, Marcos describe: “Las cosas que me sensibilizan más son los efectos en la sociedad y la incapacidad o dificultad del ser humano de cambiar, de moverse hacia otro lugar.
La dificultad que tengo yo como individuo conectado al resto de los seres humanos de poder crecer con otra velocidad. Estoy muy atento a esos elementos que voy percibiendo en el mundo. Cómo nos cuesta salir de nuestra zona de confort, cómo nos cuesta evolucionar y cambiar nuestra mente. Es como si tuviéramos un presente tan fuerte que nos damos cuenta que deberíamos estar haciendo otra cosa pero seguimos haciendo la misma y eso se vincula a casi todo lo que pasa en la sociedad. Cuando veo eventos sociales de alto impacto y veo el impacto en el ser humano, que hacen que se empiecen a mover esas fibras me llaman mucho la atención y hablo sobre esas temáticas en mis obras.
-¿Cómo es la respuesta del público al recibir tus obras?
Llego a las personas con colores fuertes, vivos, con formas simples pero que tienen un impacto que generan un contacto desde lo visual. Son obras que parecen naif, rudimentarias, de una traza primitiva pero que luego cuando logro acercar a las personas a la obra y empiezan a identificar el resto de los elementos, empieza a movilizar la fibra de la persona y a generar una empatía muy grande con el tema. Suelo sentir esa sorpresa en los comentarios que me hace la gente, cuando se acercan a la obra, entiende que hay mensajes más profundos, más crudos como la misma sociedad. Y me encanta ver ese vínculo entre la obra y la persona.