En el Observatorio Córdoba fuero viendo de reojo cómo, con el avance de las horas, la provincia se fue “pintando de amarillo”.

Es que la presencia de vientos fueron noticia desde el viernes. Su llegada, desde el norte, colaboró con el crecimiento de la temperatura: el sábado se extendió hasta los 32 grados.

Para este domingo está vigente un “alerta amarillo”. Pero la novedad es que hacia la tarde-noche se produce un giro y se aproximan con fuertes ráfagas desde el sur.

Según el informe, toda la provincia “será afectada por un brusco y progresivo cambio de vientos al sector sur, con velocidades entre 35 y 50 km/hora, con ráfagas entre 60 y 80 km/hora”.

El cambio de las condiciones se presenta también notorio a partir del lunes, con un fuerte descenso en las marcas.

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