Estefanía Lisa hoy tiene 29 años, pero desde los 13 años, padece un verdadero infierno. La joven desde pequeña jugaba al tenis, pero a esa edad debió abandonar los entrenamientos en el Club Atenas de Río Cuarto por problemas económicos. Fue en ese momento, que Ariel Gallero, entrenador de ese deporte, se ofrece a entrenarla gratis y comenzó su calvario.

Estefanía recién pudo denunciar en la justicia lo que le había pasado a fines del año 2019, y a partir de ese momento se abrió el proceso judicial contra Gallero, quien desde el 30 de septiembre de este año está imputado por los delitos de "abuso sexual con acceso carnal calificado por la condición de encargado de la educación en grado de tentativa y abuso sexual con acceso carnal reiterado y calificado por la condición de encargado de la educación, todo en concurso real”. 

Tras la denuncia de la joven, Gallero continuó hostigándola con amenazas, por lo que tras una nueva presentación en su contra, la justicia le ordenó la "restricción de contacto y acercamiento" de cualquier tipo y entregó un botón antipánico a Estefanía.

El relato del infierno

En una entrevista publicada por el sitio otropunto.com, al que Estefanía recurrió para contar su tragedia personal, la joven expresó que su objetivo es "poder contar mí historia para ayudar a otras víctimas, que a partir de publicar esta causa, se animen a denunciar a este y otros agresores también, para poder reparar todo esto".

Estefanía comenzó a vivir el calvario con apenas 13 años, cuando Gallero se ofrece a entrenarla gratis y a partir de allí, comenzaron los distintos episodios. «Lo que hizo fue cambiar los horarios y hacerme concurrir a entrenar en horarios nocturnos. Yo tenía 13 años, él tenía 28 y como terminábamos tarde de entrenar se ofreció a llevarme a mi casa. Mientras tanto eran constantes las alusiones que hacía todo el tiempo sobre mi cuerpo. Todos comentarios de índole sexual, sobre mi cola, mis lolas, permanentemente" relató.

Luego, en el día de su cumpleaños número 14 el profesor tomó un desvío y paró en una rotonda: «Allí se abalanzó sobre mi asiento y me besó. Me dio asco, yo siempre le dije que me daba asco. Yo sentía que él era un viejo para mí, pero él sólo decía que me amaba y que yo era todo para él. Me besó otra vez e intentó desvestirme por la fuerza. Cuando me opuse me empezó a decir lo que repitió durante años: “soy la única posibilidad que tenés para que juegues al tenis”.

“Después de eso inventó un viaje a Córdoba para un supuesto torneo. Yo sabía que no era cierto, pero me obligó a mentirle a mis padres, siempre bajo amenaza. Me llevó a un hotel, me indicó que tenía que decir que mi nombre era Paula Gallero, los empleados del hotel no dijeron nada ni me pidieron el DNI. Luego me compró ropa y fue en ese lugar donde tuve mi primera relación sexual (No consentida)", contó Estefanía.

“A partir de ese día el abuso fue diario, de lunes a lunes”, sostuvo y agregó que se sumaron las intimidaciones. "Un día sacó de la gaveta del auto un arma, la tenía envuelta en un diario, y las balas las guardaba en la puerta del conductor. Me dijo que me iba a matar si hablaba”. contó conmovida. De acuerdo al testimonio de la joven, los abusos fueron continuos hasta que tuvo 16 años, porque en ese momento Gallero comenzó a hacerlo con "otra chica de 15 años". Pero el hostigamiento y las amenazas continuaron.

Recién cuando tenía 18 años, en el año 2010, pudo contarle a su madre lo que que sucedía. "Le rogué a mi mamá que no lo denunciara porque quería seguir jugando al tenis, pero después no pude más y lo abandoné, fue exactamente el 5 de septiembre de 2010. En marzo del 2019 intenté regresar, sin embargo, el primer día que estuve en una cancha, cuando mi raqueta golpeó la primera pelota, tuve un ataque de pánico espantoso y comencé a llorar desconsolada”.

A partir de ese momento comenzó a tomar forma la posibilidad de realizar una denuncia formal en la justicia, lo que ocurrió en diciembre de 2019. Primero se presentó en la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia; donde contó lo sucedido, y luego de las actuaciones del caso,  el 27 de diciembre fueron elevadas a la fiscalía N° 1 a cargo de Pablo Jávega, quien finalmente imputa a Gallero. El próximo 3 de febrero, el profesor imputado por abuso sexual deberá someterse a una pericia psicológica, mientras se aguarda que finalmente la causa sea elevada a juicio.

Estefanía Lisa concluye su relato con un mensaje a quienes puedan sufrir o haber sufrido abusos. "La verdad es que no le deseo que le pase esto a nadie, hay un montón de momentos en que yo puedo hablar sin sentir lo que a mi me pasó, lo despersonalizo, lo disocio de mi como si estuviera contando un cuento que leí, que es de otra persona, no mío, no lo apropio. Ojalá que nunca más le pase a nadie algo como esto, les digo que se animen a denunciar porque más allá de lo revictimizante, es sanador. Y que se haga justicia". finalizó la joven.