Las tensiones después de la fallida Ley Ómnibus en la Cámara de Diputados se expresaron este miércoles en el llanto del titular de la bancada radical, Rodrigo De Loredo, en una rueda de prensa.

Con la voz entrecortada el dirigente cordobés expresó su frustración frente a la malograda sesión parlamentaria que sepultó la flamante Ley Bases en la discusión artículo por artículo.

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"La principal responsabilidad es del Gobierno. El radicalismo ha tenido disidencias. Tiene un sector que es crítico con Milei, pero es crítico, es legítimo. De hecho ellos lo tenían contabilizado. El radicalismo tiene 34 votos y era sabido que 10 o 15 votos no iba a acompañar. Siempre se contaba eso", dijo De Loredo en la entrada del Congreso.

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El quiebre que lo dejó al borde del llanto ocurrió cuando revindicó al radicalismo como un partido reformista. "Los fundamentalismos de siempre nos hunden como país y empiezan todo de cero", señaló tras secarse las lágrimas.

Dentro del radicalismo las diferencias en torno a la Ley Ómnibus quedaron de manifiesto con la discusión inciso por inciso del articulado que terminó por hundir la propuesta libertaria.

Caída por completo el megaproyecto oficialista se esperan los próximos pasos de un gobierno que en las últimas horas coqueteó con la consulta popular.