Se conocieron por Tinder, se enamoraron y adoptaron a cinco hermanos
Sofía y Alejandro están juntos hace 7 años y hoy son padres de hijos de 8, 10, 12, 13 y 16. La familia vive en Río Ceballos.
Sofia Pizzi y Alejandro Segura son una pareja que hace 7 años que están juntos. Se conocieron a través de la aplicación de citas Tinder y el amor creció a tal punto que decidieron formar una familia y adoptaron a cinco hermanos que no querían ser separados.
Todos viven en Rio Ceballos y los pequeños tienen 10, 12, 13 y 16 años. En diálogo con Alta Mañana, por Radio Universidad, Sofia analizó la decisión: "Los niños para llegar a ser adoptados tiene que pasar un proceso largo. Primero el Estado tiene que tratar de reincorporarlos a su familia de origen".
"Mis hijos han estado cuatro años en un hogar de niños y dictaron la adoptabilidad hace 3 años. Primero los hacen revincularlos a su familia de origen" remarcó.
Los niños vivían en Buenos Aires y llegaron a ellos a través de una convocatoria pública.
Sofia destacó la importancia de ampliar los criterios de adoptabilidad: "Nosotros estamos haciendo una fuerte campaña, con varios papás, que adoptamos niños grandes, para que la gente pueda repensar su disponibilidad adoptiva. Uno puede ahijar a un montón de niños".
Consultada sobre lo que conlleva el proceso adoptivo, Pizzi manifestó: "Recomiendo estudiar la adopción porque es un mundo nuevo. Uno la conoce por lo que ve en las películas, de alguien que le ha dicho, pero no conoce de adopción en general. Hay que empezar a leer, a buscar información, conocer la ley de adopción, nosotros nos ponemos a disposición para dar información. Lo que derriba los mitos y prejuicios, es la información. Después se toma la decisión y hay que buscar redes de contención".
Además hizo foco en entender que los niños vienen de atravesar situaciones complejas.
"Son niños que vienen de situaciones complejas, que han pasado cosas que seguro que nosotros no pasamos, que han tomado actitudes de adultos muchas veces. Lo primero que hay que hacer es devolverles la infancia, de adultos que de alguna manera les fallaron", argumentó.
La mamá aseguró que tres de los niños tienen una leve discapacidad mental y que tienen que hacer muchas terapias, pero los avances se ven y son importantes.
Recordando lo que fueron los primeros meses de convivir como una gran familia, destacó: "Fueron duros, complejos, no me daban bola, los llama y no me respondían, uno tiene pocas herramientas porque nunca fui madre. Hoy los ves a mis hijos y son lo mejor que hay en el mundo. Hoy nos reímos de lo que fue el primer tiempo".
"La familia y los vínculos son una construcción eterna", finalizó.